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Jul 2014 

Pedir un préstamo online: ¿Es conveniente?

En los últimos años muchas de las grandes entidades bancarias que operan en España han abierto sus bancas online, lo cual les permite brindar un servicio más eficiente y cómodo. De hecho, incluso ofrecen préstamos por Internet que se convierten en una alternativa muy interesante para quienes necesitan una financiación rápida pero considera que no es oro todo lo que reluce.

Las principales ventajas de acceder a un préstamo por Internet

  • Proceso rápido y sencillo. Los bancos online suelen tener un formulario que puedes llenar en cuestión de minutos y enviar inmediatamente. En dos o tres días te responderán, probablemente para solicitarte las últimas nóminas o una garantía de que tienes ingresos regulares. Esta documentación se envía por correo electrónico y, en caso de que la aprueben, tendrás el dinero en tu cuenta rápidamente.
  • Información más transparente. Por ley, los bancos están obligados a publicar las condiciones del producto que ofertan en la red por lo que podrás leer con calma todas las cláusulas del préstamo, algo que no solemos hacer cuando acudimos directamente a las sucursales. El hecho de buscar de manera proactiva un préstamo normalmente nos lleva a actuar con más cautela y a informarnos mejor de sus condiciones.
  • Acceso a diferentes alternativas. Buscar un préstamo online te permitirá valorar diferentes opciones sin tener que desplazarte de una entidad a otra. En la actualidad incluso existen comparadores de productos bancarios, como Bankimia, que te muestran en poquísimos minutos desde las tasas de interés que cobra cada banco hasta el plazo máximo para devolver el dinero.

No todo es color rosa, existen limitaciones

  • Importes menores. Por lo general, los préstamos que se conceden online son relativamente pequeños, lo usual es que no superen los 10.000 euros, si bien algunos bancos han decidido ir un paso más allá y han ampliado el límite máximo pero este siempre es menor que el que podrían conceder directamente en la entidad.
  • Plazos de amortización más bajos. Lo usual es que los préstamos por Internet se deban pagar, como máximo, en 7 años, mientras que en las entidades bancarias el plazo de amortización es mayor, ronda los 10 años.
  • Imposibilidad de negociar las condiciones. Al tratarse de préstamos online, se aplica una fórmula preestablecida por lo que se pierde la oportunidad de negociar las condiciones, algo que podemos hacer cuando acudimos a una entidad.

El verdadero peligro de los préstamos online

En la actualidad no solo los bancos y cajas ofrecen préstamos por Internet. De hecho, la reticencia de algunas de las grandes entidades bancarias a conceder préstamos ha creado un caldo de cultivo ideal para que surjan nuevos prestamistas. Por lo general, acceder a sus créditos es mucho más fácil ya que solo te pedirán garantías en términos de bienes pero antes de decantarte por esta opción, lee atentamente todas las condiciones del contrato para que no te lleves una sorpresa desagradable ya que sus intereses suelen ser muy altos. Considera que los intereses de los bancos suelen oscilar entre el 8 y el 15% pero en el caso de los prestamistas, estos se pueden disparar.