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Jul 2018 

Averías en un motor: tipos y fallos del motor más comunes

Nadie quiere salir de vacaciones y tener una avería en la carretera. Existen averías que se pueden evitar, ¿Quieres saber cuáles? ¡Sigue leyendo!

Tipos de averías de motor

¿Qué tipos de averías existen en el motor?

En verano, con las altas temperaturas y los viajes más largos, las averías en los coches se disparan. Según un informe de la RACE, el año pasado las baterías fueron el principal motivo de asistencia en la carretera, seguidas de los neumáticos y los problemas en el motor, cuya incidencia creció en un 5,2% en comparación con el año anterior. Sin embargo, la mayoría de los fallos en el motor se pueden evitar con un buen mantenimiento preventivo.

Las averías más comunes en el motor del coche

  1. Centralita electrónica del motor.

    Esta centralita es clave para que el motor funcione correctamente ya que gestiona desde el encendido hasta la inyección. Cuando tiene un problema, suele encenderse el testigo de avería del motor y el coche avanza a tirones o simplemente se detiene. Lo usual es que sea necesario reprogramar la centralita o sustituirla.

  2. Correa de distribución.

    Su función consiste en sincronizar el movimiento de la polea del cigüeñal con el piñón del árbol de levas para que las válvulas abran y cierren en el punto exacto. Esta correa es muy sensible a las temperaturas extremas y generalmente se rompe por un mal montaje o debido al desgaste, ya que se debe cambiar cada 80.000 o 130.000 kilómetros. Como resultado, el motor terminará pagando las consecuencias, por lo que es una de las averías más caras.

  3. Inyectores.

    Los problemas en los inyectores generalmente están causados por el desgaste debido al uso. En otros casos, su vida útil se acorta por la mala calidad del combustible o por la presencia de partículas de metal o suciedad que obstruyen el circuito. Es una de las averías más caras que puede representar un desembolso de más de 1.000 euros.

  4. Junta de la culata.

    Este elemento se encarga de que el acoplamiento entre la culata y el bloque del motor sea perfecto, asegurándose de que el aceite del motor y el líquido refrigerante no se mezclen durante la combustión, por lo que debe quedar hermética. Si la junta tiene alguna fuga, el motor terminará deformándose debido al sobrecalentamiento, por lo que es recomendable sustituirla cuanto antes.

  5. Bomba del combustible.

    Se trata de una pieza que trabaja con presiones muy altas ya que es la encargada de suministrar la presión correcta a los inyectores en el momento adecuado. Dado que se trata de una pieza de precisión, puede estropearse debido a la mala calidad del combustible, un exceso de agua en este, las esquirlas metálicas que se producen debido al rozamientos o incluso por un fallo en el sistema eléctrico.

¿Por qué se producen las averías en el motor?

Las averías en el motor pueden tener distintos orígenes. El desgaste al que se someten las piezas móviles con el uso es una de las principales causas de las averías en los coches antiguos. Usar un aceite inadecuado también puede generar grumos o espumas que terminen obstruyendo los conductos y gripen el motor. No cambiar el aceite ni el filtro antipartículas propiciará que se acumule la suciedad, los restos de la combustión y las pequeñas partículas metálicas, incrementando la fricción entre las piezas móviles y causando averías.

Por supuesto, el tipo de conducción también acorta la vida útil del motor. Si circulas con el motor muy bajo de revoluciones, se acumulará carbonilla, sobre todo en la válvula EGR y se saturará el filtro de partículas. También es dañino encender el motor y acelerar demasiado ya que el aceite que se encuentra en el cárter no tiene tiempo para llegar a todos los recovecos y lubricarlos. En los motores turbo, detener el coche de golpe después de un esfuerzo considerable, también hará que el aceite acumulado se carbonice.

¿Qué averías me cubre el seguro?

Los seguros de coche a terceros suelen cubrir los daños provocados a otros en un accidente mientras que los seguros a todo riesgo también cubren los daños que sufre el propio coche en un siniestro. Si la avería del motor no es el resultado de un accidente, estos seguros normalmente solo cubren el envío de la grúa y el traslado hasta el taller.

No obstante, puedes incluir en tu póliza una cobertura para las averías mecánicas, que incluye la reparación o sustitución de las piezas dañadas, entre ellas los problemas en el bloque motor y el módulo electrónico principal que controla el motor. Para los coches de más de cuatro años la cuantía de las reparaciones suele limitarse a unos 2.500 o 4.000 euros, en dependencia de la aseguradora.