La seguridad en el coche para los niños

 

La seguridad es un aspecto fundamental de los viajes en coche, sobre todo cuando se encuentran a bordo los más pequeños de casa. De hecho, en España los accidentes de tráfico se han convertido en la principal causa externa de muerte infantil. Tanto es así que en el periodo comprendido entre el 1990 y el 2009, uno de cada tres niños fallecidos fue víctima de un accidente.

Tres mitos falsos sobre la seguridad infantil en el coche

En el imaginario popular aún subsisten diferentes creencias sobre la seguridad de los niños en el coche. Estas ideas erróneas conllevan a los padres a asumir comportamientos de riesgo que, lejos de proteger a sus hijos, los enfrentan a un peligro mayor.

Algunos de los mitos más difundidos son:

• Es más seguro llevar en brazos al bebé. Aunque la mayoría de las madres tiene la sensación de que su bebé se encontrará más protegido entre sus brazos, esta regla no se aplica a los coches. En caso de sufrir un choque, incluso si el vehículo va a solo 10 km/h, el adulto será empujado hacia delante y su tendencia instintiva será la de abrir los brazos para amortiguar el impacto. En ese preciso instante, el bebé caerá y se hará daño.
• La silla de seguridad solo es necesaria si se conduce a gran velocidad. Las estadísticas echan por tierra esta creencia ya que el 70% de los accidentes ocurren en trayectos cortos, incluso a menos de 15 kilómetros del hogar y a unos 50 km/h. Sin embargo, una colisión a esta velocidad arrojaría al niño hacia delante con una fuerza de una tonelada.
• Los sistemas de seguridad no son cómodos. En realidad, las sillas para bebés y las correas no solo están diseñadas para evitar los riesgos sino que también brindan el máximo confort. Estas sillas son ergonómicas, poseen apoyos laterales y reposapiés e incluso le permiten al niño mirar a su alrededor y mantenerse entretenido durante el viaje. El bebé se resiste a usar la sillita, no porque esta sea incómoda sino simplemente porque prefiere los brazos de la madre.

Cinco medidas de seguridad básicas

Afortunadamente, si ponemos en práctica todas las normas de seguridad pertinentes, podríamos evitar nueve de cada diez lesiones infantiles graves. Algunas de las medidas esenciales son:

• No arrancar el coche hasta que todos los ocupantes estén sentados adecuadamente y con el cinturón colocado. En caso de accidente, las personas pueden convertirse en proyectiles y causarle daños a las demás, sobre todo a los niños más pequeños.
• Guardar el equipaje y los objetos potencialmente peligrosos en el maletero. Recuerda que si ocurre un accidente, cualquier artículo puede salir disparado a gran velocidad y causar serios daños a los pasajeros y los niños.
• No viajar con los niños sentados en el regazo. Ante un accidente, la fuerza de la colisión o del frenazo aumentará seis veces las posibilidades de que este salga despedido del coche. Además, la bolsa de aire también le podría causar lesiones graves.
• No arrancar hasta que todas las puertas del coche estén debidamente cerradas. No olvides colocar los cierres de seguridad en las puertas traseras para impedir que los niños puedan abrirlas desde dentro.
• Sentar a los niños y los bebés en el asiento trasero central, que es el más seguro de todo el coche.