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Oct 2015 

¿Cómo el ruido urbano afecta tu salud?

Más de la mitad de los españoles están expuestos al ruido que provoca el tráfico urbano, un ruido que supera los límites legales. Te desvelamos las repercusiones del ruido para tu salud y te indicamos qué puedes hacer para evitarlas.

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El ruido urbano ha comenzado a preocupar a los gobiernos ya que genera efectos muy negativos sobre la salud. Según un informe reciente de la Agencia Europea de Medio Ambiente, unos 125 millones de europeos tienen que lidiar todos los días con un nivel de ruido perjudicial, aunque las peores ciudades son Bélgica, Bulgaria y Luxemburgo.

En España, se estima que más del 50% de los ciudadanos están expuestos al ruido que emite el tráfico urbano, cuyos niveles superan los límites establecidos por la ley. En el territorio nacional las urbes más ruidosas son Móstoles, A Coruña, Elche y Donostia-San Sebastián, en las cuales se sobrepasa el límite de los 55 dB recomendados por la Directiva Ambiental del Ruido.

El ruido tiene repercusiones, tanto a nivel físico como mental

La exposición permanente al ruido tiene efectos directos e indirectos sobre nuestra salud, tanto física como psicológica. De hecho, nuestra capacidad auditiva empieza a deteriorarse por encima de los 75 decibeles y podemos experimentar dolor cuando el ruido sobrepasa el umbral de los 140 decibeles.

Sin embargo, más allá de los problemas auditivos, el ruido también actúa sobre el sistema neurovegetativo y provoca cambios en el funcionamiento del metabolismo. Por ejemplo, al generar una gran excitabilidad vascular, causa alteraciones en el ritmo cardiaco que aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.

El ruido incide además sobre las glándulas endocrinas y provoca un aumento de la secreción de adrenalina, lo cual hace que la persona esté en un estado de alerta permanente, aumentando su nivel de ansiedad y estrés. De hecho, el ruido dificulta el descanso, porque impide que el cerebro se “desconecte” y active los procesos de inhibición que son necesarios para relajarse y dormir.

De esta forma, la irritabilidad y la agresividad se convierten en reacciones habituales. Además, como la persona no logra tener un sueño reparador, también puede presentar durante el día problemas de concentración y memoria, que conducen a una disminución de su desempeño y aumentan el riesgo de sufrir accidentes.

¿Qué puedes hacer para protegerte del ruido?

  1. Asumir tu cuota de responsabilidad. El ruido urbano es un problema de todos, si cada persona pusiera su granito de arena, las ciudades tendrían algunos decibeles menos. Por eso, es conveniente que cambies esos hábitos de vida que generan más ruido.
  2. Hacer de la casa un remanso de paz. No podemos controlar el ruido urbano, pero podemos convertir nuestro hogar en un sitio tranquilo. Puedes apostar por ventanas dobles que minimicen el ruido exterior, elegir electrodomésticos de poca emisión sonora y disfrutar de un ocio “tranquilo” y relajante.
  3. Disfrutar del silencio rodeado de naturaleza. Estar en contacto con la naturaleza es muy beneficioso. Por eso, siempre que puedas, sal al parque, la playa o, mejor aún, las montañas. Emprende paseos relajantes lejos del caos urbano, de esta forma podrás compensar los efectos negativos del ruido sobre tu organismo y evitar que estos tengan un efecto acumulativo.

 

Fuente: (2014, Diciembre) Noise in Europe. En: European Environment Agency.