Rideye: Llega la caja negra para bicicletas

A medida que crece el uso de las bicis en España, también aumentan los accidentes urbanos en los que están involucrados los ciclistas. Una empresa estadounidense ha creado una caja negra para bicicletas que se encarga de grabar y guardar lo que ocurre en caso de siniestro.

 

Rideye es la primera caja negra diseñada para las bicicletas. Al igual que la caja negra de los aviones, este dispositivo puede grabar todo lo que ocurre, de forma que si tienes un accidente en la vía, podrás volver a ver qué ha sucedido y determinar de quién es la responsabilidad. Es una especie de testigo que se encarga de recopilar las evidencias ya que como muchos ciclistas van en bicicleta solos, en caso de accidente pueden quedarse en una situación de indefensión.

¿Cómo funciona Rideye?

Esta caja negra funciona de manera muy sencilla: basta apretar un botón para que la cámara comience a grabar en alta definición con un ángulo de visión de 170º grados. De hecho, cuenta con sensores de imagen muy sensibles y nítidos que pueden capturar prácticamente todos los detalles del entorno, incluyendo la matrícula de los coches.

La caja negra también tiene otros sensores incorporados que evalúan diferentes parámetros por segundo para detectar si ocurre un accidente y proteger el vídeo. De hecho, dentro de la caja negra hay un sistema de acelerómetros que mide los movimientos y en caso de colisión, protege los archivos. Si el ciclista se cae, la cámara deja de grabar y almacena de forma automática el vídeo.

Esta cámara usa unas baterías de litio que duran hasta 10 horas, por lo que si te aseguras de recargarla con frecuencia, no tendrás que temer que se agoten las baterías. Las grabaciones de la cámara se transfieren a una memoria interna de 8 GB, en la que se pueden grabar hasta 5 horas de vídeo. No obstante, lo más interesante es que funciona como un bucle infinito, de forma que borra automáticamente los vídeos antiguos para dejar espacio a las nuevas grabaciones. Así no tendrás el problema de salir en bici y encontrar que la cámara de la memoria está llena.

Una cámara ligera que se puede instalar en diferentes bicis

Rideye es una cámara pequeña, mide 98mm x 31mm x 40mm, por lo que se puede colocar fácilmente en el manubrio de la bici. De hecho, fue diseñada teniendo en mente las necesidades del ciclista urbano, ya que es precisamente en las ciudades donde se produce la mayor cantidad de accidentes con bicis. Por eso, cuenta además con una correa de silicona que brinda una excelente sujeción y permite que la cámara se pueda usar en otras bicicletas.

No obstante, lo que hace que esta cámara sea tan especial es que se encuentra integrada en una caja de aleación de aluminio que fue sido diseñada para los aviones. Además, los cortes hechos con láser están recubiertos por dentro con una resina de policarbonato que sella la cámara, para que la grabación esté bien protegida en caso de accidente.