Si tienes una moto y quieres vivir una experiencia única, existen numerosos lugares que se pueden descubrir en dos ruedas. Sin embargo, para que puedas disfrutar al máximo del viaje, es recomendable que planifiques hasta el más mínimo detalle, así no tendrás que lamentar sorpresas indeseadas.
Una revisión exhaustiva antes de partir
Antes de ponerte en marcha para un viaje largo por carretera, es mejor que estés seguro de que tu moto funciona a la perfección. He aquí los detalles que no debes pasar por alto:
- Los neumáticos deben estar en perfectas condiciones, cerciórate de que no tengan grietas y de que la banda de rodadura no está desgastada.
- Las pastillas de freno deben estar en buen estado, para comprobarlo abre el caliper y revísalas.
- Examina el depósito del líquido de freno, si no está al nivel que recomienda el fabricante, la mejor opción es cambiarlo, así estarás seguro de que tiene la densidad adecuada.
- La cadena debe estar bien lubricada y con una tensión correcta. Normalmente cuando la cadena está desgastada, sentirás que al andar despacio la moto da unos “saltos” cada cierto tiempo. No olvides viajar con el lubricante de cadena ya que lo ideal sería que lo echases cada 300 ó 500 kilómetros.
- Inspecciona los rodamientos de dirección, para ello, deja la rueda delantera suspendida y mueve el manubrio. Si notas cierta resistencia, por muy pequeña que sea, necesitarás lubricarlos porque de lo contrario podrías perder el equilibrio en la carretera.
Los accesorios que no te deben faltar
Más allá de los aspectos mecánicos de la moto, existen pequeños detalles que pueden marcar la diferencia en un viaje largo. Si no tienes algunos de estos accesorios, quizás deberías comprarlos ya que así estarás 100% seguro de que viajarás lo más cómodo posible.
- Un asiento blando. Recuerda que no es lo mismo recorrer las calles urbanas que hacer cientos de kilómetros durante varios días.
- Un amortiguador de dirección. Se trata de un elemento de seguridad cada vez más usual en las motos de serie pero si no lo tienes, es una buena inversión. De hecho, es el accesorio perfecto para enfrentar las carreteras en mal estado, sobre todo si te apasiona la velocidad.
- Los puños calefaccionados. Cuando conduces la moto en ciudad puede parecer un exceso pero cuando haces muchos kilómetros, sobre todo en lugares fríos, se convierte en un accesorio imprescindible.
- El parabrisas. En este caso, debes cerciorarte de que te cubre cuando adoptas una posición cómoda para conducir. Puedes estar seguro de que viajar durante días luchando contra el viento es agotador.
Los documentos imprescindibles
Antes de partir, no olvides recoger el permiso de conducir y los documentos de identidad (NIE y pasaporte). Además, cerciórate de llevar contigo los seguros de moto y el número de asistencia en la carretera. Nunca se sabe cuándo podrías necesitarlos. Si tienes un seguro de vida, también es conveniente que lo lleves contigo.
Para mayor seguridad, te recomendamos que escanees todos los documentos (incluido el seguro de moto) y los guardes en una plataforma accesible vía Internet. Así, en caso de robo o extravío, te bastará llegar a un cibercafé e imprimirlos.