Un neumático pinchado es uno de los problemas más comunes con los que tropieza un conductor. De hecho, se estima que alrededor del 60% de los conductores ha pinchado alguna vez. En muchos casos se debe a que los neumáticos no se encontraban en buen estado, ya sea porque estaban desgastados o vencidos, pero otras veces la causa se encuentra en la carretera asumiendo la forma de baches u objetos afilados. No obstante, más allá de la causa, lo mejor es estar preparados para esta contingencia y aprender a cambiar una rueda nosotros mismos.
Paso a paso
Si notas que una rueda se ha pinchado, lo primero que debes hacer es disminuir la velocidad y aparcar a un lado de la carretera, preferentemente en una zona segura, que cuente con una iluminación suficiente y que esté apartada de la calzada.
Luego, ponte el chaleco reflectante (recuerda que su uso es obligatorio cuando te detienes en la carretera y sales del vehículo). A continuación, coloca los triángulos reflectantes, uno delante y otro detrás del coche, a una distancia aproximada de 50 metros. Ahora ya estás preparado para cambiar la rueda.
- Afloja un poco los tornillos de la rueda pero sin llegar a quitarlos completamente. Este paso es importante porque una vez que hayas levantado completamente la rueda del suelo, te resultará prácticamente imposible poder aflojar los tornillos. Recuerda que tan solo debes aflojarlos un poco porque si los aflojas demasiado, la rueda podría salirse y el coche se caería.
- Coloca el gato hidráulico en el lado de la rueda pinchada. En los bajos del vehículo suele haber una especie de muesca con forma de U donde la chapa es un poco más gruesa, ese es el punto de anclaje donde debes colocar el gato.
- Ahora levanta el coche hasta que la rueda esté completamente libre y quita los tornillos. Recuerda ponerlos a buen resguardo y en un lugar visible, no es la primera vez que con las prisas alguien los pierde.
- Sustituye la rueda. Todos los coches están equipados con una rueda de repuesto, normalmente esta se encuentra en el fondo del maletero pero en otros casos se halla en la parte exterior del coche por lo que necesitarás otra llave especial para poder retirarla.
- Coloca la rueda nueva en su lugar y aprieta los tornillos pero solo un poco pues si aplicas demasiada fuerza corres el riesgo de que el coche se caiga. A continuación, baja el coche y retira el gato. Ahora sí puedes terminar de apretar los tornillos.
- Después de haber recorrido unos cuantos kilómetros, se recomienda que hagas una pausa de control. Es decir, que te detengas para apretar un poco más los tornillos ya que lo normal es que con el movimiento rotatorio estos se aflojen un poco y pueden llegar a representar un peligro para tu seguridad.