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Dic 2017 

Seis trucos para que bañar a tu perro no se convierta en una pesadilla

Te damos algunos trucos muy sencillos para que conviertas el baño en un momento más agradable y menos estresante para tu mascota.

A algunos perros les puede gustar tan poco el agua como a los gatos, por lo que bañarlos puede convertirse en una auténtica pesadilla. Para muchos canes el momento del baño no es precisamente sinónimo de un rato agradable, por lo que es normal que se pongan nerviosos e intenten escapar. Si es el caso de tu mascota, quizá no logres que se convierta en un entusiasta del baño, pero al menos puedes lograr que ese momento sea menos estresante.

¿Cómo lograr que el momento del baño sea menos estresante para tu mascota?

  1. Acostúmbralo desde pequeño. Como regla general, los veterinarios recomiendan esperar para bañar al cachorro hasta que termine el primer calendario de vacunación, alrededor de los tres meses de edad. De hecho, su primer baño es muy importante ya que creará un precedente. Lo ideal es utilizar una bañera pequeña, para que se sienta más cómodo. Puedes transformar ese momento en un espacio de juego llevando algunos de sus juguetes preferidos, para que se sienta más seguro. También puedes acariciarle y hablarle en voz baja, para que se relaje.
  2. Prepara a tu mascota. Afrontar el baño de manera positiva y relajada puede marcar la diferencia. Antes del baño, es recomendable que peines a tu mascota usando un cepillo, para que elimines los enredos y el pelo muerto, así como los restos de suciedad. Esta rutina suele relajar a muchos canes, por lo que es probable que cuando termines tu mascota se muestre más dispuesta al baño.
  3. Asegúrate de que la temperatura del agua sea agradable. La temperatura corporal del perro es de unos 39ºC, que es más o menos la misma temperatura a la que debe estar el agua del baño. Considera que el agua que puede parecerte caliente, para tu mascota puede estar fría, por lo que si la bañas con ella, el contraste puede asustarla. También deberías evitar la ducha porque el chorro de agua puede asustarle, en su lugar puedes verter el agua lentamente sobre su cuerpo usando un cubo pequeño.
  4. Empieza por la cabeza. La cabeza es el área más sensible ya que el contacto del jabón con los ojos puede provocar irritaciones y si entra demasiada agua en las orejas, tu mascota puede terminar sufriendo una infección de oído. Por eso es conveniente que empieces el baño por la cabeza, para evitar los movimientos bruscos que se producen al final, cuando el perro está más nervioso. Humedece su cabeza con un paño ligeramente enjabonado y no te acerques demasiado a los ojos. Aprovecha para limpiar la parte exterior de las orejas, pero recuerda que el interior demanda un cuidado especial. Cuando termines, aclara la toalla y retira el jabón de la cabeza.
  5. Dale un ligero masaje. Para bañar bien a tu mascota, es importante que restriegues con suavidad el jabón sobre el pelo y le masajees, de manera que este entre en contacto con la piel. Cuando le frotes, no lo hagas bruscamente sino como si estuvieras dándole un pequeño masaje, que también puede contribuir a que tu mascota se sienta más relajada y el baño sea más placentero.
  6. Ten todo a mano. Si tu mascota no disfruta de la hora del baño, intenta que sea lo más corto posible. Una buena estrategia es preparar todo lo que necesitas de antemano. Deja abierta la tapa del champú y coloca las toallas a mano. Si vas a usar un secador, recuerda que debes acercarlo de manera paulatina para evitar que tu mascota se asuste y mantenlo siempre a unos 30 cm de distancia para evitar quemaduras en la piel.