La seguridad en los cajeros automáticos: Medidas antirrobo
Los cajeros automáticos nos permiten obtener dinero en cualquier momento del día o de la noche sin tener que hacer largas filas. Sin embargo, la seguridad es uno de sus principales inconvenientes. Años atrás los ladrones utilizaban la fuerza o la coerción para arrebatar el dinero una vez que habíamos terminado la operación. En la actualidad utilizan otros medios mucho más sofisticados como la copia de la banda magnética de las tarjetas y la infección con virus de los terminales.
El contraataque de las entidades bancarias
Afortunadamente, las entidades bancarias están al corriente de estos problemas e intentan buscar una solución para cada nuevo intento de fraude o robo. Una de las medidas de seguridad más novedosas se basa en las técnicas de biometría. En práctica, el cajero automático impide el uso de las tarjetas ya que es capaz de detectar al verdadero propietario de las mismas. Para lograrlo, realiza un análisis de la geometría de la mano, las huellas dactilares y el iris del ojo.
En los últimos años, la biometría ha ido un paso más allá incluyendo en sus análisis la identificación en 3D de las facciones del rostro así como la detección de las pautas que siguen las venas de los dedos ya que, al ser un patrón interno, no deja rastro y es casi imposible de robar y reproducir. No obstante, en España el grado de implantación de estos sistemas aún es reducido ya que están en fase de experimentación.
Sin embargo, lo que si se han implantado son dispositivos que detectan cualquier elemento extraño colocado en el cajero que pueda copiar los datos de la banda magnética de la tarjeta. Además de inutilizar los dispositivos para robar los datos, este sistema envía inmediatamente una señal a la entidad bancaria en cuestión.
Los bancos también cuentan con programas diseñados expresamente para minimizar el riesgo de infección y la posibilidad de que los ladrones entren en su sistema operativo. Además, cada vez más tarjetas incluyen un chip protegido con encriptación que se basa en el sistema EMV. Gracias a este chip, las tarjetas son más difíciles de clonar y se bloquean de forma automática si el número PIN se introduce incorrectamente tres veces seguidas.
Las medidas de seguridad que puedes aplicar
Más allá de las medidas que toman los bancos, también nosotros somos responsables de la seguridad de nuestros datos. Por ende, antes de utilizar el cajero automático es mejor cerciorarse de que este no haya sido manipulado. También se recomienda que solicites el servicio de SMS que te avisará automáticamente cada vez que se realice una operación con tu tarjeta.
Finalmente, podrías considerar la posibilidad de acercarte a alguna de las aseguradoras y contratar una póliza de seguro. Por ejemplo, los seguros de hogar de Génesis te ofrecen una cobertura especial ante el robo o uso fraudulento de la tarjeta de crédito.
Si ya has contratado un seguro de coche con Génesis, consulta con tu experto en seguros sobre los seguros hogar. Con estas pólizas tanto tus tarjetas como las de los familiares que convivan contigo estarán cubiertas hasta un máximo de 600 euros, siempre que estos se hayan extraído en las 48 horas anteriores o posteriores a la denuncia. Sin duda se trata de una cobertura muy interesante que no podrás hallar en todos los seguros del hogar.