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Feb 2018 

¿Qué es el periodo de carencia en los seguros?

Algunos seguros tienen un periodo de carencia durante el cual ciertas coberturas no están disponibles. Te explicamos en qué consiste y en qué pólizas se suele aplicar.

Antes de contratar un seguro, es importante que conozcas todos los detalles relacionados con las coberturas, tanto las garantías que ofrecen como sus restricciones. En este sentido, uno de los aspectos más desconocidos y que más frustración puede ocasionar es el periodo de carencia que se aplica a algunas coberturas, fundamentalmente en el sector de la salud.

¿Qué es el periodo de carencia?

En el sector asegurador, la carencia es el periodo que transcurre desde que firmas la póliza hasta el momento en que se activan determinadas coberturas. En práctica, se trata de un lapso de tiempo durante el cual algunos servicios o coberturas no están activos, por lo que cualquier gasto correrá a tu cargo.

Las aseguradoras aplican el periodo de carencia para evitar que las personas suscriban un seguro solo para cubrir una necesidad puntual y luego rescindan la póliza. Por eso, el periodo de carencia es habitual en los seguros dentales y de salud, sectores en los cuales es necesario prevenir la contratación de pólizas “temporales” con el único objetivo de hacerle frente a una lesión, enfermedad puntual o embarazo.

¿Cuánto se extiende el periodo de carencia?

La duración de las carencias depende tanto del tipo de seguro como de la compañía aseguradora. Por ejemplo, algunos seguros dentales estipulan un periodo de carencia de 30 días desde el momento en que se firma la póliza pero algunas aseguradoras no lo aplican y sus coberturas son válidas desde el primer día.

En el caso de los seguros de decesos, normalmente el periodo de carencia es de 6 meses a partir de la inscripción. Los seguros de accidentes, dado que cubren situaciones imprevistas, no suelen aplicar carencias pero algunas aseguradoras pueden establecer una franquicia temporal de un mes, de manera que la prima a pagar en caso de siniestro es menor.

En algunos casos, la aseguradora puede reconocer tu seguro anterior y no aplicar el periodo de carencia. Sin embargo, no se trata de una regla fija, por lo que antes de cambiar de póliza es importante que te informes sobre este detalle, sobre todo si padeces alguna enfermedad que la nueva aseguradora pueda catalogar como preexistente.

Las carencias más habituales en los seguros de salud

En los seguros médicos el plazo de las carencias suele ser más largo ya que normalmente el costo de las coberturas suele ser más elevado. Algunas aseguradoras aplican un periodo de carencia genérico de seis meses a la mayoría de las coberturas de la póliza, pero lo usual es que se apliquen plazos diferentes según los tratamientos:

  • Diagnóstico de alta tecnología – 3 a 4 meses
  • Análisis clínicos complejos – 3 a 6 meses
  • Medicina del dolor – 3 a 6 meses
  • Tratamientos especiales como los cardiovasculares, oncológicos y diálisis – 3 a 10 meses
  • Embarazo, parto y postparto – 6 a 10 meses
  • Trasplantes – 12 meses
  • Intervención quirúrgica sin hospitalización – 3 a 6 meses
  • Intervenciones quirúrgicas con hospitalización – 6 meses
  • Hospitalizaciones – 6 meses
  • Rehabilitación – 6 meses
  • Prótesis quirúrgicas – 6 meses
  • Reproducción asistida – 2 años

No obstante, independientemente del periodo de carencia, la ley establece que la aseguradora debe correr con los costos de la asistencia médica y sanitaria de carácter urgente, incluyendo el transporte, si se considera que la persona está en riesgo de vida o que su salud puede sufrir un daño permanente.