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Oct 2017 

¿Qué coberturas incluyen los seguros para bodas?

Para celebrar una boda es necesario ultimar tantos detalles, que cualquier cabo suelto puede terminar generando un gasto enorme. En ese caso, el seguro para bodas puede acudir en tu ayuda.

Cada año en España unas 160.000 parejas se dan el “sí, quiero”, aunque casarse no es precisamente barato. Los españoles destinan una media de 20.000 euros a su boda y, aunque suelen contar con la ayuda de los familiares, algunos necesitan recurrir a préstamos crediticios que han sido creados específicamente para sufragar ese tipo de gastos.

Sin embargo, dado que para celebrar una boda hay que tener en cuenta muchísimos detalles e intervienen diferentes actores, cualquier cabo suelto puede terminar echando por tierra los planes y representar un sobrecoste nada despreciable. Para evitar esos problemas económicos, la mejor solución son los seguros para bodas.

Estos seguros están pensados para bridar una dosis extra de tranquilidad y, aunque en España todavía no son muy comunes, poco a poco se están abriendo camino. Su principal objetivo es cubrir la cancelación de la boda y asumir el pago a los proveedores, y tú decides cuál es el capital que deseas asegurar según el presupuesto que destinarás a la celebración del enlace.

Una boda asegurada hasta el más mínimo detalle

  • Cancelación de la ceremonia. Si se cancela el evento, ya sea civil o religioso, la aseguradora cubrirá los gastos en los que hayas incurrido. Lo usual es que el seguro tenga un límite de 25.000 euros, de manera que estarán cubiertos los principales gastos, sobre todo los relacionados con el restaurante, el vestuario, las flores y el transporte.Sin embargo, esta cobertura no se aplica si la boda se cancela debido a que el novio o la novia se han arrepentido. Solo se aplica cuando la cancelación se debe a motivos de fuerza mayor, como por ejemplo, si las condiciones climatológicas impiden la ceremonia, si uno de los proveedores de servicios cancela o si uno de los contrayentes sufre un accidente.
  • Reorganización de la boda. En este caso, la indemnización suele ser menor, pero la aseguradora asumirá la diferencia de costos que se produzca entre la organización original de la boda y la segunda planificación.
  • Daños al vestuario. Esta cobertura cubre tanto las prendas de los novios como la de los padres, ya sean propias o alquiladas. Por tanto, si alguna prenda se daña antes, durante o en las 48 horas posteriores a la ceremonia, la aseguradora cubrirá su costo, según los límites económicos establecidos en la póliza.
  • Problemas con los proveedores. En una boda suelen intervenir diferentes actores, desde el fotógrafo hasta los músicos, la empresa de catering y los encargados de la decoración y las flores. Si uno de esos proveedores falla, el seguro se encargará de reembolsarte el depósito que hayas anticipado, así como los costos adicionales en los que puedas incurrir para organizar todo de nuevo. De hecho, estas pólizas incluso cubren la pérdida o daño accidental de los anillos, la tarta nupcial y los regalos de boda mientras son transportados.