Por qué no vale cualquier zapatilla para correr
En España, aproximadamente el 40% de las personas practica algún tipo de deporte y correr es una de las actividades preferidas. De hecho, no solo es una opción muy saludable para mantenerse en forma sino que también es uno de los deportes que menos inversión demandan ya que lo único que realmente necesitarás comprar para comenzar a correr son unas buenas zapatillas.
Considera que las entesopatías, entre las que se encuentra la tendinitis y la fascitis plantar, son algunos de los problemas más comunes que afectan a los corredores y que pueden estar causados por una técnica incorrecta o por el uso continuo de unas malas zapatillas.
¿Por qué las zapatillas son tan importantes?
– Ofrecen amortiguación. Durante la carrera, es normal que se produzcan microlesiones causadas por los pequeños saltos que damos al correr. Unas buenas zapatillas amortiguan la pisada y reducen considerablemente el impacto de la carrera, tanto en la columna vertebral como en las articulaciones.
– Protegen los pies. Las zapatillas para correr deben ser flexibles y no pueden tener muchas costuras. De esta manera se adaptan perfectamente al pie y evitan que se formen esas dolorosas ampollas. Además, te brindarán una protección extra si sueles correr en espacios naturales donde el camino no está limpio del todo.
– Reequilibran la pisada. La pronación excesiva hace que las piernas se inclinen hacia dentro mientras corres, lo cual desalinea las rodillas y puede dar lugar a calambres, juanetes y fascitis plantar. Al contrario, una supinación excesiva hará que las piernas tiendan a abrirse, lo cual provoca una tensión adicional en los ligamentos y los huesos de la parte exterior del pie, aumentando los riesgos de sufrir una lesión. Con las zapatillas adecuadas podrás corregir estos defectos de la pisada y evitar futuros daños.
Tres detalles que debes considerar para elegir las zapatillas
Si tienes pensado comenzar a correr, no valen las zapatillas que tenías olvidadas en algún rincón de la casa y tampoco es suficiente con comprarte las más caras del mercado. El secreto radica en elegir un modelo que se adapte a tu pie y a tu pisada.
- Determina tu perfil como corredor. ¿Haces running o jogging? ¿Con qué frecuencia vas a entrenar? ¿Cuántos kilómetros corres a la semana? ¿Corres sobre el asfalto o la tierra? Estos detalles son fundamentales para que puedas elegir unas zapatillas que se adapten realmente a tus necesidades.
- Conoce tu pisada. Cuando corres, ¿utilizas más la parte delantera del pie o, al contrario, apoyas mucho el talón? ¿Eres supinador, pronador o tienes una pisada neutra? En la mayoría de las tiendas especializadas en deporte pueden hacerte un pequeño test para descubrir cuál es tu tipo de pisada y proponerte las zapatillas más adecuadas.
- Apuesta por el número correcto. Cerciórate de que las zapatillas no te quedan demasiado anchas ni muy justas. No solo debes considerar la distancia delante de los dedos sino también el ancho del zapato. Lo ideal es que las zapatillas abracen el pie pero no demasiado. Lo más recomendable es que compres las zapatillas por la tarde o después de haber entrenado ya que en este momento los pies están ligeramente inflamados.
Fuente: (2013) I Anuario de Estadísticas Deportivas. En: Consejo Superior de Deportes.