Más seguros a menos velocidad: Seguridad vs Velocidad
Muchas personas se quejan de que las velocidades máximas permitidas en las carreteras españolas son demasiado bajas, si bien es cierto que en la mayoría de los países europeos el límite máximo de velocidad por autopista es de 130 km/h, salvo algunas excepciones.
Si miramos atrás, veremos que el primer código de circulación en España data del 1934 y solo establecía límites de velocidad (80 km/h) para los vehículos de transporte. Más tarde, en 1974, se impuso por primera vez la obligación para todos los conductores de no sobrepasar los 130 km/h. El límite no se redujo más porque se pretendía ahorrar combustible en una época en que el abastecimiento era complicado. El mínimo histórico tuvo lugar en 1976, cuando el gobierno de Arias Navarro redujo la velocidad máxima permitida a 100 km/h.
Reducir la velocidad equivale a disminuir las muertes por accidentes viales
Imponer límites máximos de velocidad no es un mero capricho de las autoridades. De hecho, según datos recopilados por la Dirección General de Tráfico (DGT), conducir a una velocidad adecuada reduciría en un 25% las muertes causadas por los accidentes viales. Estos datos afirman que solo en el año 2011 murieron 476 personas en accidentes en la carretera, siniestros que estuvieron provocados por la elevada velocidad de al menos uno de los vehículos implicados.
Vale aclarar que no se trata de un problema exclusivo de los españoles. Se conoce que el 25% de los conductores europeos supera los límites de velocidad impuestos en las autopistas y autovías. Afortunadamente, en las carreteras menores se puede conducir más seguro ya que solo el 13% excede la velocidad máxima permitida.
En este sentido, la DGT realiza un llamado a la atención brindando algunas cifras impresionantes. Por ejemplo, sobrepasar tan solo en un 5% la velocidad máxima causa un incremento del 10% de los accidentes con traumatismos y del 20% de los casos mortales. Además, puntualiza que si el coche va a 80 km/h, es prácticamente imposible que al impactar a un peatón, este pueda salvar su vida. No obstante, si esta persona hubiese sido atropellada por un coche que iba a 30 km/h, solo el 10% de los casos sería mortal.
Finalmente, este informe nos recuerda que si conducimos a una velocidad de 120 km/h, que está permitida en la mayoría de los países europeos, necesitaríamos una distancia proporcional a la de un campo de fútbol para poder detener completamente el coche y estar seguros de no causar estragos.
¿Cuál es la relación entre velocidad y seguridad?
- Al aumentar la velocidad se reducen drásticamente las posibilidades del conductor de recuperar el control del coche.
- Cuanto más rápido se acerque el coche a una curva, menos seguro será el comportamiento del vehículo.
- Al incrementar la velocidad disminuye la distancia entre el coche y un obstáculo potencial pero la percepción del conductor es la misma, lo cual significa que el riesgo de colisión aumenta.
- Si la velocidad es menor, el conductor tendrá más oportunidades para realizar maniobras de emergencia en las intersecciones por lo que todos, ocupantes y transeúntes, estarán más seguros.
- La velocidad es directamente proporcional a la gravedad del impacto. A partir de los 25 km/h se pueden producir los primeros casos mortales entre los ocupantes del vehículo cuando no llevan el cinturón de seguridad. A partir de los 30 km/h se puede matar a un peatón.
Como punto final, debemos recordar que en caso de accidente debido a exceso de velocidad, las aseguradoras de coches pueden negarse a pagar la indemnización correspondiente.
Fuente: (2013, Abril) La velocidad adecuada evitaría un 25% de los muertos en accidentes. En: ABC.