Ago 2021
Los 5 errores más comunes en el mantenimiento de la bici
¿Te encargas del mantenimiento básico de tu bici? Descubre algunos de los errores que quizá estés cometiendo.
El buen mantenimiento de la bici no solo alarga su vida útil, sino que garantiza tu seguridad. Lo ideal es realizar una revisión completa al menos una vez al año, independientemente del uso, aunque algunos componentes, como los frenos y la cadena, necesitan un mantenimiento más regular para funcionar de manera adecuada.
Los fabricantes recomiendan dejar esas revisiones en manos de un mecánico, pero si prefieres encargarte del mantenimiento, debes saber que ciertas tareas aparentemente sencillas e inofensivas pueden dañar algunas piezas y acortar la vida de tu bici.
Cinco errores que debes evitar en el mantenimiento de tu bici
- Limpiar la bici con agua a presión. Limpiar la bici no solo es una cuestión de estética, sino que evita que la suciedad se acumule en las piezas y afecte su funcionamiento. Sin embargo, cualquier tipo de limpieza no vale. Utilizar agua a presión, por ejemplo, puede dañar las piezas más delicadas, como los rodamientos o los cables. Además, la fuerza de empuje del agua podría introducir partículas de suciedad en zonas propensas al deterioro. Para evitarlo, se recomienda limpiar la bici con una manguera sin presión o preferentemente con una bayeta húmeda y luego secarla con otro paño.
- Lubricar la cadena sin limpiarla previamente. Las prisas suelen ser malas consejeras, así que si eres de los que lubrica la cadena de la bici sin limpiarla antes, estás cometiendo un error que puede pasarte factura. Cuando engrasas la cadena sin limpiarla adecuadamente, el polvo y la suciedad que se acumula entre los eslabones se mezclan con el lubricante y reducen su efectividad, de manera que no solo empeoras el rendimiento de la bici, sino que contribuyes al deterioro de la cadena. A la hora de lubricar la cadena, primero limpia bien los eslabones y luego retira el exceso de lubricante con un paño.
- Apretar demasiado los tornillos y tuercas. Apretar mucho los tornillos y tuercas tu bici no hará que sea más segura. De hecho, es probable que consigas el efecto contrario. Cuando ajustas demasiado los tornillos y las tuercas puedes dañar el cuadro o alguna otra pieza de la bici. También se pueden pasar de rosca o quedar tan apretados que sea imposible aflojarlos cuando lo necesites. Por eso, la mejor opción consiste en ajustarlos, pero sin ejercer una presión excesiva.
- Emplear cualquier tipo de herramienta. Otro de los errores más comunes en el mantenimiento de la bici consiste en utilizar cualquier tipo de herramienta. El primer inconveniente es que tendrás que esforzarte más para conseguir el mismo resultado. El segundo problema es que corres el riesgo de dañar los tornillos, tuercas y demás componentes de tu bici. Para evitarlo, utiliza las herramientas adecuadas. Cada bici suele tener su propio set de herramientas personalizado que puedes adquirir en cualquier tienda especializada.
- Usar lubricante para eliminar el ruido de los frenos. Muchos ciclistas recurren al lubricante para eliminar el ruido de los frenos, pero en realidad es un grave error. Los chirridos de los frenos no se solucionan con lubricante, de hecho, engrasarlos podría afectar su funcionamiento. Comprueba el estado de las zapatas y pastillas de freno. Si utilizas unos frenos de disco, intenta limpiar los rotores.