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May 2014 

Los 5 accidentes de moto más comunes en la ciudad

Las motocicletas han ganado terreno a raíz de la crisis ya que son una alternativa económica para moverse por la ciudad y evitar los atascos. Sin embargo, los accidentes también están a la orden del día y cuando vas en moto, la carrocería es tu cuerpo así que sería mejor que aprendieses a evitar los peligros que encierran las calles urbanas.

  1. Un coche te golpea por alcance

Esta situación ocasiona el mayor número de accidentes en las ciudades y casi siempre ocurre en los semáforos, cuando un conductor despistado no se percata de que te has detenido. En ese caso, te golpea por detrás pues no ha podido frenar a tiempo. Obviamente, se trata de un problema difícil de evitar por lo que se recomienda que nunca te detengas en el centro del carril sino pegado a la acera. Otra estrategia consiste en detenerse delante de coches que ya están parados.

  1. Un coche cambia de carril a tu lado

Se trata de una situación usual: vas conduciendo y el coche que está a tu lado en el carril continuo, invade tu espacio para adelantar haciendo que pierdas el control de la moto. En estos casos, lo más probable es que te hayas colocado en uno de los puntos ciegos del conductor. Por tanto, la mejor manera para evitar este tipo de incidentes consiste en conducir de forma tal que siempre seas visible, evitando la parte derecha del conductor.

  1. Un coche gira a la izquierda delante de ti

Se trata de uno de los problemas más comunes en las ciudades, donde las maniobras repentinas son pan cotidiano. Lo más probable es que el conductor haya mirado por el retrovisor pero buscando otro coche y por eso no ha reparado en ti. Para evitar perder el control de la moto, lo más conveniente es que conduzcas respetando la distancia de seguridad, de esta forma si algún conductor hace esta maniobra, tendrás tiempo suficiente para reaccionar.

  1. Un conductor abre la puerta justo mientras ibas pasando

En las ciudades demasiado congestionadas, las puertas que se abren de repente son un problema habitual. Todo ocurre tan rápido que, cuando te das cuenta, ya has impactado contra ella. Una buena estrategia para evitar este problema consiste en circular manteniendo una distancia prudencial de los coches que están aparcados porque cuando menos lo esperes, habrá alguien dispuesto a salir.

  1. Caes en las trampas invisibles de la carretera

La moto no ofrece la misma estabilidad que un coche por lo que el más mínimo obstáculo podría hacerte perder el equilibrio. Las tapas de alcantarilla y las rejillas de ventilación ligeramente levantadas, una mancha de grasa o incluso la pintura de las señalizaciones pueden hacer que los neumáticos pierdan adherencia. La mejor manera para evitar estos obstáculos es conducir con los cinco sentidos puestos en la carretera, así podrás detectarlos y sortearlos a tiempo.