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Jul 2014 

Las tarjetas blindadas: Una opción para protegerte del robo o extravío

En la actualidad usamos las tarjetas de crédito prácticamente para todo: comprar en el supermercado, pagar la cuenta en el restaurante, reservar un vuelo o sacar dinero del cajero automático. Esto supone un riesgo latente ya que podemos perderlas en cualquier momento o incluso podemos ser víctimas de un fraude. Por eso algunos bancos están ofreciéndoles a sus clientes tarjetas blindadas, una dosis extra de seguridad.

¿Cómo funcionan las tarjetas blindadas?

En los últimos años los bancos han tomado diferentes medidas para hacer que el uso de las tarjetas de crédito o débito sea lo más seguro posible. Sin embargo, los timadores también se adaptan a los cambios e inventan otras formas para clonar las tarjetas. En este sentido, las tarjetas blindadas son una herramienta particularmente poderosa para evitar pérdidas económicas en caso de robo o fraude.

Las tarjetas blindadas contienen un chip de seguridad que está integrado a un microprocesador, este almacena los datos de las transacciones y evita que se apliquen cargos que no hemos realizado. Además, incluyen un servicio de alerta que nos avisará al móvil en caso de que se detecte algún movimiento inusual en la cuenta.

Sin embargo, lo más novedoso de las tarjetas blindadas no radica en la tecnología que usan sino en el seguro que las cubre. De hecho, algunos bancos han decidido ofrecerles a sus clientes tarjetas con una garantía de protección ante fraudes, sobre todo por Internet.

En estos casos, si alguien utiliza de manera fraudulenta nuestra tarjeta, ya sea porque nos la han robado o porque se nos ha perdido, podríamos beneficiarnos de una cobertura ilimitada que nos libera de toda responsabilidad. Esto significa que el banco nos devolverá el importe de la transacción que haya sido realizada sin nuestro consentimiento.

Los seguros que cubren las tarjetas de crédito

Actualmente existen diferentes tipos de seguros dirigidos a cubrir las tarjetas de crédito o de débito, algunos son ofrecidos por las propias entidades banacarias que emiten la tarjeta y otros pertenecen a las aseguradoras. Por ejemplo, con el seguro de hogar de Génesis, si aseguras el contenido, también tendrás cubierto un perjuicio económico de hasta 600 euros al año por el uso fraudulento de la tarjeta.

Obviamente, cada seguro tiene sus propias coberturas y limitaciones por lo que es importante que te detengas a leer la letra pequeña. En el caso de las tarjetas blindadas, algunos seguros incluso cubren el atraco en el cajero, siempre que este ocurra dentro de las 48 horas siguientes después de haber realizado la extracción. Algunos bancos han ido un paso más allá y ofrecen un seguro de compra protegida, gracias al cual, si compras un producto y este resulta dañado o robado, se te reembolsará el precio de compra o los gastos de reparación.