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Dic 2014 

¿Las pantallas de los dispositivos electrónicos dañan tus ojos?

Los dispositivos electrónicos como las tablets y los smartphones son cada vez más comunes y, aunque nos reportan numerosas ventajas, también pueden entrañar algunos riesgos para nuestra salud, sobre todo para la vista. De hecho, el Síndrome Visual Informático afecta al 90% de las personas que pasan más de tres horas al día delante de las pantallas provocando dolor de cabeza, visión borrosa, ojos secos o enrojecidos, vértigo, dolor en el cuello y visión doble.

Los hábitos que causan o empeoran el Síndrome Visual Informático

Un estudio realizado en la Universidad de Leicester descubrió que cuando estamos delante de una pantalla pestañeamos menos que cuando leemos un libro o usamos un dispositivo con tinta electrónica. Lo usual es que parpadeemos 20 veces por minuto pero con estos dispositivos se reduce a una media de tan solo 5 veces por minuto. Por eso, las pantallas del ordenador, las tablets y los smartphones suelen resecar los ojos y, a largo plazo, pueden provocar problemas en la córnea.

Sin embargo, la mayoría de los especialistas afirman que las pantallas no representan un riesgo en sí mismas, el verdadero problema son los malos hábitos que adoptamos al leer, como mantener una distancia inadecuada, configurar mal el dispositivo o no hacer pausas.

De hecho, cuando usamos dispositivos pequeños, como un smartphone, la distancia de lectura se reduce considerablemente y esto aumenta aún más la sequedad de los ojos. El ajuste del brillo y la fuente de la luz son otros problemas comunes ya que cuando usamos las tablets o los smartphones la luz suele provenir directamente de la pantalla, lo cual provoca fatiga visual.

¿Cómo prevenir los daños en la vista?

  • Descansa la vista. Cada 20 minutos, descansa una media de 20 segundos fijando la vista en la distancia. Lo ideal es que te acerques a una ventana y mires al infinito.
  • Ajusta el brillo de la pantalla. Asegúrate de que el contraste y el brillo de la pantalla son adecuados y no te resultan molestos. También se recomienda que leas con una luz focal dirigida al dispositivo, que contraste con la iluminación ambiental y que no emita reflejos. No olvides que el exceso de luz también puede ser perjudicial.
  • Coloca los dispositivos a una distancia adecuada. Lo ideal es que mantengas una distancia de unos 30 centímetros de los dispositivos pequeños y unos 60 centímetros del ordenador. Estos se deben colocar frente al rostro pero ligeramente por debajo de tus ojos. Además, no debes inclinar la pantalla.
  • Ajusta el tamaño de la fuente. Utiliza un tamaño de letra que te resulte cómodo leer, así no tendrás que esforzar la vista innecesariamente. También es importante que el contraste con el fondo no provoque fatiga visual.
  • Haz ejercicios oculares. Existen ejercicios muy sencillos que te ayudarán a descansar la vista. Por ejemplo, puedes dibujar con la mirada el símbolo del infinito primero en una dirección y luego en otra, levantar y bajar las cejas o trazar diagonales con la vista de un lado a otro. También es importante que recuerdes pestañear ya que así renuevas la película lagrimal.

 

Fuente:
Benedetto, S. et. Al. (2013) E-Readers and Visual Fatigue. PLoS One; 8(12): e83676.