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Sep 2014 

Internet de las cosas: Un futuro cómodo pero peligroso

Despues de haber conectado billones de ordenadores en todo el mundo para permitir que las personas pudiesen comunicarse en tiempo real con alguien al otro lado del planeta, Internet está entrando en una fase diferente de su desarrollo denominada “Internet de las cosas”. Se refiere a la interconexión de todos los objetos con los que estamos en contacto a diario, desde los sistemas de abastecimiento del hogar hasta los electrodomésticos, los coches e incluso los medicamentos. De esta forma podemos controlarlos a distancia y lograr un funcionamiento más eficiente.

Un mundo controlado a través de aplicaciones

“Internet de las cosas” supone un mundo nuevo que cambiaría por completo la forma en la cual nos relacionamos con los objetos cotidianos ya que todos estarían interconectados. De esta manera, podríamos regular con mayor facilidad el consumo de energía en nuestro hogar o negocio, saber los alimentos que tenemos dentro del refrigerador sin abrir la puerta o conocer cuándo los medicamentos que tenemos en el botiquín están a punto de caducar.

Además de la comodidad y el ahorro que reporta este sistema, tanto desde la perspectiva económica como en lo que respecta al tiempo y las preocupaciones, también es beneficioso desde el punto de vista de la seguridad. Si pudiésemos conectarnos a nuestro hogar o negocio cuando quisiéramos, podríamos cerrar la ventana que dejamos abierta o cortar el suministro de gas desde cualquier lugar.

De hecho, las primeras aplicaciones del “Internet de las cosas” ya están funcionando. Realtek ha equipado muchos de sus dispositivos con sensores que permiten controlar algunos objetos en un sistema cerrado y AT&T permite regular todo tipo de sistemas domóticos a través de una sola aplicación móvil, en los últimos años ha insertado además el cuidado de la salud a distancia. Sin embargo, este cómodo futuro no está exento de riesgos, sobre todo debido a los piratas informáticos.

Más objetos conectados, más riesgos para la seguridad

Un estudio realizado recientemente por investigadores de Hewlett-Packard ha demostrado que por lo menos el 70% de los dispositivos conectados a la red, que ya forman parte del “Internet de las cosas”, son vulnerables. Después de haber escaneado varios dispositivos conectados permanentemente a Internet notaron que cada uno de ellos poseía al menos 25 puntos vulnerables. Estos problemas incluyen desde las contraseñas hasta algoritmos de encriptación insuficientes, sin olvidar las restricciones de acceso inadecuadas que le facilitan la entrada a los ciberdelincuentes.

El hecho de que todos nuestros dispositivos y objetos con los que nos relacionamos a diario estén conectados, también implica que nuestras rutinas quedarán registradas en la nube por lo que un hacker podría saber a qué hora solemos salir de casa y qué tiempo pasamos fuera, tan solo viendo cuándo conectamos y desconectamos la alarma. Y es que un mundo totalmente conectado también es un mundo altamente sensible.