genesis
May 2013 

El desorden en el hogar: ¿Cómo afecta a tu vida?

 

De seguro habrás escuchado decir que el hogar es un reflejo de la personalidad de quienes viven allí. Y lo cierto es que esta creencia no anda muy desacertada, la manera en la cual organizamos nuestro espacio vital, los colores que elegimos y las formas con las que llenamos el ambiente que nos rodea dice mucho sobre nuestras características personales.

No obstante, la organización que le damos a nuestro hogar además de hacerlo más seguro, también influye en nuestro estado de ánimo. Una casa organizada y limpia mejora nuestro humor mientras que un espacio desorganizado causa estrés, disminuye nuestra productividad e incluso puede hacer que proliferen diferentes virus y bacterias.

La personalidad detrás del desorden

Se ha demostrado que las personas más introvertidas suelen ser más desorganizadas mientras que las extrovertidas se decantan por la organización. Esto se debe a que los introvertidos prefieren lidiar con su mundo interior y suelen obviar las demandas del mundo exterior, como limpiar u organizar el hogar.

Por otra parte, el orden también se ha relacionado con otras peculiaridades de la personalidad como la autodisciplina, la persistencia y la capacidad para focalizarse en los objetivos. Mientras que el desorden se ha vinculado con los problemas para controlar los impulsos y la incapacidad para proyectar planes futuros.

Aún no se ha determinado si una personalidad de cierto tipo promueve el desorden o si es el caos el que genera determinados comportamientos. Sin embargo, más allá de estas disquisiciones conceptuales, lo verdaderamente importante y seguro es que en determinado momento los comportamientos negativos y disfuncionales se ven reforzados por el desorden creando un círculo vicioso del cual es muy difícil salir.

Siete razones por las cuales el desorden no es buen consejero

  • El desorden te hace perder un tiempo precioso. De seguro pasas largos minutos buscando las cosas que necesitas porque no recuerdas dónde las colocaste.
  • El desorden provoca un tipo de pensamiento errático, que no es precisamente el mejor aliado cuando se deben resolver problemas.
  • El caos genera cansancio y fatiga, tanto a nivel físico como mental, por lo que probablemente te sentirás cansado y sin fuerzas para enfrentar la jornada que recién comienza.
  • La desorganización en el hogar restringe tus relaciones interpersonales. De seguro tus amigos no querrán visitar continuamente una casa donde todo está patas arriba.
  • El caos en el hogar penetra profundamente en tu vida e incluso puede convertirse en una estrategia para enfrentar la cotidianidad, lo cual implica que aplazarás decisiones y te convertirás en una persona más indolente.
  • El desorden hace que seas menos productivo, tanto en tu vida personal como profesional, y lo peor es que la transformación ocurre de manera paulatina por lo que ni siquiera te percatas.
  • El caos normalmente viene unido a la falta de limpieza, una costumbre que puede generar diferentes problemas de salud, desde las alergias hasta los hongos.