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Ene 2014 

Consejos para disminuir las emisiones de gases contaminantes del coche

Según la Organización Mundial de la Salud, gran parte de la contaminación del aire se produce por la quema ineficiente de los combustibles fósiles, sobre todo el que proviene de los coches. Este problema no solo afecta al medio ambiente sino que también incide en nuestra salud actuando como un detonante para la aparición de enfermedades como el cáncer, las patologías respiratorias agudas y las enfermedades cardiovasculares.

De hecho, se estima que 1,3 millones de personas mueren cada año debido a la contaminación atmosférica, lo cual nos indica que reducir los niveles de emisión de CO2 y gases contaminantes en sentido general, es tarea de todos. Por eso, desde nuestra aseguradora de coches, te damos algunos consejos para que reduzcas tu huella de carbono al volante.

Tener el coche siempre a punto

Ante todo, debemos comprender que el CO2 y otros gases contaminantes, como el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno, provienen de la quema del combustible. Cuando el proceso de combustión no ocurre como debería, las emisiones de los gases contaminantes se disparan por lo que la primera medida consiste en revisar periódicamente el tubo de escape. Es cierto que el nivel de emisiones se revisa cada dos años, cuando corresponde la ITV, pero es mejor no dejar pasar todo ese tiempo.

Existen dispositivos electrónicos que miden las emisiones de gases contaminantes pero también puedes comprobar el estado del tubo de escape con un simple vistazo: cerciórate de que no está oxidado ni tiene manchas negras. Además, si hay roturas, lo usual es que produzca un ruido fuerte y característico.

También deberías comprobar cada cierto tiempo el funcionamiento del catalizador, que es el encargado de reducir al máximo los gases tóxicos que el coche emite a la atmósfera. Se trata de una especie de “filtro” que se va deteriorando a lo largo del tiempo y pierde su eficacia por lo que, para estar seguros de que funciona bien, se recomienda cambiarlo aproximadamente cada 100.000 kilómetros.

Obviamente, todo no se reduce al tubo de escape y el catalizador. Si las bujías y los filtros funcionan mal y el aceite del motor es viejo, las emisiones de gases contaminantes aumentarán ya que el proceso de combustión será incompleto.

Apostar por un estilo de conducción más ecológico

La forma de conducir también incide en la cantidad de gases contaminantes que nuestro coche emite a la atmósfera. En este sentido, se recomienda apostar por las marchas largas a bajas revoluciones ya que así el coche consume menos combustible. En sentido general, la clave está en llevar una marcha lo más uniforme y fluida posible evitando los frenazos y las aceleraciones innecesarias.

Otro aspecto vital es la velocidad ya que mientras más rápido conduzcamos, más CO2 estaremos emitiendo a la atmósfera. De hecho, un estudio realizado por investigadores de los Países Bajos sostiene que si se redujese el límite de velocidad a 80 km/h en las autovías, la disminución del CO2 sería del 30%.

Referencia:
Otten, M. & van Essen, H. (2010) Why slower is better. En: CE Delf.