¿Cómo reciclar las bombillas adecuadamente?
La mayoría de los materiales que componen las bombillas modernas pueden tener una segunda vida. Te explicamos cómo se reciclan y dónde debes depositarlas.
Las bombillas son un elemento esencial en el que no solemos reparar. Sin embargo, el primer modelo comercial que se inventó en 1880 representó un cambio importante en nuestros hábitos de vida domésticos. Mucho tiempo ha pasado desde entonces y las bombillas han seguido evolucionando. Los nuevos modelos consumen menos energía y duran más, además de ser más respetuosos con el medio ambiente ya que se pueden reciclar.
¿Cómo se reciclan las bombillas?
La mayoría de las bombillas que utilizamos en la actualidad se fabrican con materiales escasos, tóxicos o contaminantes para el medio ambiente, por lo que es fundamental reciclarlas adecuadamente.
Sin embargo, todas las bombillas no se pueden reciclar. Las bombillas de filamentos, los modelos tradicionales incandescentes cuya fabricación está prohibida desde 2012, no se pueden reciclar. Las bombillas halógenas tampoco se pueden reciclar ya que están compuestas por vidrio, filamentos de metal y diferentes gases, aunque su fabricación también está prohibida en la Unión Europea.
El resto de las bombillas, desde las fluorescentes y las LED hasta las de bajo consumo y de descarga, se pueden reciclar. El proceso comienza separando los materiales que integran las bombillas. El mercurio y el polvo fluorescente, por ejemplo, se separan mediante un proceso de destilación y luego se almacenan de manera segura. El resto de los materiales se envía a fábricas que les darán una segunda vida. El metal va a fundiciones, el vidrio a empresas cerámicas y de vidrio mientras que el plástico termina en plantas de reciclaje de polímeros.
¿Dónde tirar las bombillas viejas?
Aunque el cuerpo principal de la bombilla es de cristal, también tiene otros materiales que se deben separar, por lo que no se pueden tirar en el contenedor verde. Las bombillas que no se pueden reciclar, se pueden depositar en el contenedor de desechos, de color verde oscuro o gris según la población.
No obstante, para reciclar el resto de las bombillas debes llevarlas a un punto limpio. Algunas tiendas de iluminación, ferreterías, lampisterías, grandes supermercados y cadenas de distribución también brindan la posibilidad de dejar las bombillas en contenedores especiales y luego se encargan de enviarlas a los puntos de reciclaje.
En España existen además dos redes de gestión de bombillas usadas que también se encargan de trasladarlas a las plantas de tratamiento. AMBILAMP es una asociación sin ánimo de lucro que cuenta con más de 35.000 puntos de recogida repartidos a lo largo del territorio. Solo tendrás que buscar el contenedor más cercano a tu casa en su mapa.
ECOLUM es una fundación específicamente dedicada a la recogida de bombillas, luminarias, rótulos luminosos y cualquier tipo de aparatos de alumbrado. Cuenta con más de 350 puntos distribuidos por la geografía española, de manera que solo tendrás que introducir tu código postal en su mapa para encontrar el sitio más cercano donde podrás depositar las bombillas viejas.