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Jul 2019 

¿Cómo cuidar las suspensiones de tu moto?

Si tu moto comienza a tener problemas en las curvas y cuando cargas tu peso sobre el asiento los dos trenes no bajan de forma equilibrada, es probable que se deba a que has descuidado el sistema de suspensión. Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las suspensiones de tu moto.

Las suspensiones son elementos determinantes para el comportamiento de la moto, por lo que siempre deben estar en buen estado. Son las encargadas de absorber las imperfecciones de la carretera, proporcionando estabilidad y confort, por lo que también son decisivas para la seguridad del motorista. De hecho, un sistema de suspensión en mal estado afecta a la estabilidad de la moto, disminuye la adherencia en curvas y aumenta hasta en un 35% la distancia de frenado.

¿Cómo funciona el sistema de suspensión de la moto?

El sistema de suspensión de la moto se encuentra ubicado entre los ejes y el chasis, encargándose de amortiguar la bajada del vehículo respecto a las ruedas y detener la subida, logrando que el movimiento sea más suave y progresivo.

Cuando frenas, el peso se traslada a la rueda delantera, pero al acelerar se transfiere a la trasera haciendo que todo el conjunto suba y baja. Las suspensiones se encargan de distribuir el peso, compensar esas fuerzas y equilibrar los movimientos para que puedas mantener la estabilidad en la carretera.

Para realizar este trabajo, las suspensiones cuentan con un muelle, que es el que amortigua la bajada de la moto, al cual se le suma un amortiguador hidráulico que tiene la función de retener los muelles para que no se estiren bruscamente, además de absorber la energía que liberan.

El mantenimiento de las suspensiones

Para mantener en buenas condiciones las suspensiones de tu moto, debes revisar su estado con regularidad. Asegúrate de que no presenten ningún tipo de fuga. Busca en los retenes de la horquilla, los cuales suelen agrietarse con el paso del tiempo o debido a la suciedad. Revisa también las barras en busca de aceite, el cual puede terminar en el disco de freno o las pastillas, reduciendo la capacidad de frenado de la moto.

Recuerda que, dado la degradación progresiva que sufren las suspensiones, es probable que no te percates de los signos de desgaste hasta que no se produzcan daños irreversibles. Por eso es fundamental que sigas al pie de la letra el calendario de mantenimiento recomendado por el fabricante.

La mayoría de los fabricantes recomiendan cambiar el aceite de la horquilla delantera cada dos años, pero depende del uso que le des a la moto. Si la usas mucho, el aceite se calentará, por lo que tendrás que cambiarlo antes. Aprovecha esa visita al mecánico para pedirle que compruebe los retenes ya que, si se endurecen, provocarán pérdidas de sellado y se producirá un mayor rozamiento contra la barra interna.

Y no te olvides de los amortiguadores traseros pues, aunque demandan un mantenimiento más distanciado en el tiempo, no son eternos. Si están soldados, es probable que tengas que cambiarlos a los 50 000 kilómetros, aunque si sueles viajar con pasajero o cargas mucho la moto, tendrás que sustituirlos antes. En cualquier caso, recuerda que en los talleres especializados pueden personalizar las suspensiones a tu peso, estilo de conducción y tipo de carretera por la que sueles transitar.