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Jun 2017 

¿Cómo cuidar el embrague de tu coche?

Los malos hábitos al volante pueden acortar la vida útil del embrague, una de las averías más costosas del coche. Te explicamos cómo debes conducir para que el embrague no sufra demasiado.

El embrague desempeña un papel esencial en el coche ya que es el encargado de transmitir la fuerza del motor a la caja de cambios, que luego pasará a las ruedas del vehículo. Su trabajo consiste en acoplar la caja de cambios con el piñón, que transmite el movimiento del cigüeñal a las ruedas. Por eso debe tener una alta resistencia, aunque también debe responder de manera rápida, progresiva y dúctil para evitar los tirones al cambiar de marcha y absorber los cambios bruscos de revoluciones.

Sin embargo, algunos malos hábitos al volante pueden acortar la vida útil del embrague, una de las averías más caras que puede sufrir el coche. Cambiar el embrague cuesta una media de 658 euros, aunque si se trata de un kit de embrague con bimasa su precio puede superar los 1.200 euros.

Cinco consejos para alargar la vida útil del embrague

  1. Suelta el pedal en los semáforos. Si dejas el pedal pisado en los semáforos, te resultará más fácil arrancar pero este hábito produce fricciones en el disco y somete a los componentes del embrague a un esfuerzo adicional, por lo que terminará acortando su vida útil. En estos casos, lo mejor es poner el punto muerto.
  2. Acelera con suavidad. Al arrancar, inicia la marcha soltando el pedal poco a poco, asegurándote de que el motor no supere las 1.200-1.300 rpm. Recuerda que el embrague suele sufrir más cuando conduces por calles urbanas, al arrancar en pendiente y realizar las maniobras para aparcar. De hecho, tras recorrer 10.000 kilómetros por la ciudad, es probable que hayas tenido que cambiar de marcha unas 50.000 veces.
  3. Pisa el pedal a fondo al cambiar de marcha. Uno de los peores errores que puedes cometer consiste en no pisar a fondo el pedal al engranar una marcha. Si cambias de marcha sin pisar bien el embrague, escucharás un ruido proveniente de la caja de cambios, la cual también se resentirá. Al contrario, cuando pisas hasta el final del recorrido el pedal, la palanca de cambios se mueve con más suavidad y la marcha se engrana perfectamente. No olvides soltar por completo el pedal una vez que hayas puesto la marcha.
  4. No conduzcas con el pie sobre el embrague. Dejar el pie sobre el pedal, solo para estar “preparado” y responder con mayor rapidez, es un hábito que le pasará factura al embrague. El problema es que esa presión, aunque sea muy pequeña, produce un ligero desacople entre el motor y el disco de embrague que acelera el desgaste natural de estos componentes.
  5. Usa más los frenos. El embrague no está concebido para detener el coche en una pendiente, si lo haces someterás a sus componentes a una fricción extrema que acortará su vida útil. Para evitarlo simplemente debes usar los frenos.