Cómo conservar la pintura de tu coche en perfectas condiciones
La pintura del coche está permanentemente expuesta a los rayos del sol, la lluvia, el viento y la nieve por lo que no es extraño que con el paso de los años se vaya deteriorando. Aunque este desgaste ocurre de manera natural, existen algunas condiciones que pueden acelerar el daño. Por eso, desde nuestra compañía de seguros, queremos darte algunos consejos para que protejas la pintura de tu coche y la mantengas brillante durante más tiempo.
Prevenir es mejor que lamentar
El primer paso para cuidar la pintura del coche es conocer cuáles son los factores que más la afectan. En primer lugar encontramos la sal propia de las zonas de mar o incluso la que se echa en las carreteras durante el periodo invernal. Puedes estar seguro de que la sal acelerará de manera extraordinaria el proceso natural de corrosión provocando las temidas manchas de óxido en la carrocería.
En segundo lugar encontramos al sol, que termina haciendo que la pintura pierda su brillo característico. El sol afecta más los colores intensos como el rojo, el verde y el negro por lo que si debes dejar el coche expuesto a los rayos solares con frecuencia, lo mejor será que consideres comprar un modelo de un color diferente.
En tercer lugar hallamos la humedad ambiental, las lluvias ácidas, que suelen ser comunes en las grandes ciudades o cerca de las zonas industriales donde hay mucha contaminación, y la suciedad y el polvo que se van acumulando a lo largo de los días.
Cinco consejos para proteger la pintura del coche
- Siempre que puedas, aparca en un garaje. El coche no solo estará más seguro sino que también estará protegido de los factores ambientales. Evita, en la medida de lo posible, aparcarlo al sol.
- Mantén el coche limpio porque el polvo y la suciedad que se acumulan favorecen el proceso de corrosión. Cuando lo laves, cerciórate de limpiar bien todos los recovecos, esos que normalmente continúan acumulando suciedad después del primer lavado. Ten en cuenta que cuando pasan 15 días sin haber lavado el coche, la suciedad se solidifica y es más difícil de eliminar por lo que tendrás grandes probabilidades de dañar la pintura.
- Elige el método de lavado adecuado. Evita las estaciones de lavado que tienen rodillos de cerdas porque, aunque son muy prácticas, casi siempre las cerdas de plástico arañan la carrocería. Además, tampoco es recomendable que laves el coche a mano ya que a menudo, como se utiliza muy poca agua, la suciedad termina mezclándose con esta y creando una mezcla abrasiva que daña la pintura. Lo ideal es que apuestes por las estaciones de lavado con chorro a presión.
- Utiliza detergentes especiales para el lavado de coches ya que las marcas que solemos usar en el hogar a menudo dañan la pintura. A primera vista no lo notarás pero los productos del hogar no son seguros puesto que son muy agresivos y su uso continuo puede afectar el color y retirar la capa superficial de la pintura.
- Encera el coche aproximadamente cada dos meses. La cera no solo es útil para darle brillo al coche sino que también actúa como una capa protectora contra los agentes externos que podrían dañar la pintura. Además, también lo mantiene seguro al evitar el proceso de corrosión.