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Mar 2020 

Cinco averías del coche que se pueden arreglar en la carretera

La asistencia mecánica en la carretera es una de las coberturas más utilizadas de los seguros de coche. Descubre cuáles son las principales averías que se pueden solucionar in situ.

En España, el 62% del parque móvil está compuesto por vehículos que superan una década de vida. También hay registrados más de 6 millones de coches que superan los 20 años. Dado que los conductores postergan cada vez más el mantenimiento preventivo, no es extraño que el número de incidentes en la carretera haya aumentado, hasta llegar a contabilizar los 4,1 millones de asistencias mecánicas al año.

Algunas de esas averías son graves, de manera que tendrán que remolcar el coche hasta el taller, pero generalmente se trata de problemas más sencillos que se pueden reparar en la carretera. De hecho, casi la mitad de los conductores que solicitan asistencia en la carretera pueden continuar con normalidad después de la intervención.

Las averías más comunes que se pueden reparar in situ

  1. Pinchazos. Los pinchazos son una de las averías más comunes en la carretera: se estima que representan 1 de cada 4 intervenciones. Objetos afilados como los clavos, tornillos o cristales rotos son los principales responsables. Si el neumático se ha perforado, empezará a perder presión, por lo que habrá que cambiar la rueda. Recuerda que si se recurre a los kits de reparación para sellar el pinchazo o a la rueda de galleta, tendrás que circular a una velocidad reducida, 80 km/h como máximo y no recorrer más de 80 kilómetros ya que estas opciones no brindan la misma seguridad que una rueda normal.
  2. Batería. La batería del coche puede fallar de un momento a otro, por lo que es probable que en algún momento, al girar la llave, no puedas encender el motor. Por eso no es extraño que los problemas en la batería sean uno de los principales motivos por el que se solicita la asistencia técnica en carretera. En algunos casos, el servicio de asistencia podrá cambiarla in situ. Si no pueden, al menos te encenderán el coche para que llegues hasta el taller más cercano.
  3. Fusibles fundidos. Los fusiblesson pequeñas piezas que protegen el sistema eléctrico del coche ante cualquier sobretensión, para evitar que se produzca un daño mayor. Los fusibles suelen ser fáciles de sustituir, por lo que se pueden cambiar en la carretera, aunque debes tener en cuenta que luego debes pasar por el mecánico ya que, si un fusible se fundió por un pico de intensidad eléctrica, es necesario detectar el problema en el sistema eléctrico que lo causó.
  4. Fallos en el motor. Los problemas en el motor son relativamente comunes y, aunque no todos se pueden reparar in situ, algunos fallos se pueden subsanar rápidamente. La rotura de manguitos y conductos es una de las averías más habituales que se pueden reparar en la carretera. En este caso escucharás un sonido diferente proveniente del motor, sobre todo al acelerar, y notarás una pérdida de presión del sistema.
  5. Problemas en el sistema electrónico. Los fallos en la centralita electrónica son comunes en los coches, sobre todo en los modelos más modernos. La centralita es la encargada de gestionar el funcionamiento del motor, desde el encendido hasta la inyección, por lo que si se produce un fallo, puede detener el coche. Si el problema no es muy grave, los técnicos podrán solucionarlo in situ.