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Sep 2019 

3 terapias para mejorar la calidad de vida de las personas con Alzheimer

El Alzheimer es la forma más común de demencia, siendo una de las principales causas de discapacidad y dependencia en las personas mayores. Todavía no existe una cura, pero hay terapias que pueden retrasar el avance de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa y discapacitante que puede afectar a cualquier persona, aunque su incidencia aumenta conforme pasan los años. Se estima que aproximadamente el 10% de las personas mayores de 65 años padecen esta enfermedad, aunque su prevalencia aumenta hasta casi el 50% después de los 80 años.

Aunque el síntoma más conocido del Alzheimer es la pérdida de memoria, esta enfermedad provoca otros problemas que van más allá de simples olvidos o despistes. Al afectar todas las funciones cognitivas, también provoca problemas de orientación y atención, dificultades para comunicarse, cambios en la personalidad y un deterioro progresivo de la capacidad de movimiento. Dada su elevada incidencia a nivel mundial, no es extraño que el 21 de septiembre haya sido elegido como el Día Mundial del Alzheimer.

Tratamientos que pueden retrasar el avance del Alzheimer

Es importante tener en cuenta que el deterioro cognitivo que provoca el Alzheimer es irreversible, pero se puede lograr que la enfermedad progrese con mayor lentitud, mejorando la calidad de vida de estas personas durante el mayor tiempo posible.

  1. Estimulación cognitiva. Se trata de un conjunto de técnicas enfocadas en estimular áreas como la memoria, percepción, lenguaje y atención, con el objetivo de preservarlas o ralentizar su deterioro. En el caso de las personas con Alzheimer, les enseñan estrategias compensatorias, de manera que puedan mantener cierto grado de independencia. En las primeras fases de la enfermedad se trabaja la orientación temporal, espacial y personal, para que la persona pueda orientarse y sepa dónde está y quién le rodea. También le proponen ejercicios para estimular la memoria, como juegos de repeticiones, le animan a leer y a realizar ejercicios de cálculo.
  2. Ejercicio terapéutico. La práctica de actividad física de intensidad moderada es beneficiosa para todos, incluyendo a las personas con Alzheimer. No solo favorece la socialización, sino que mejora su estado de ánimo y les permite mantener la movilidad, el equilibrio y la coordinación. Un metaanálisis realizado en la Medical College of Soochow University que incluyó a 673 personas con Alzheimer concluyó que la actividad física y el ejercicio leve pueden mejorar las funciones cognitivas, aunque en las fases más avanzadas de la enfermedad el ejercicio físico va dejando paso a la fisioterapia.
  3. Musicoterapia. Cuando las capacidades cognitivas merman, la música se convierte en un medio para comunicar con las personas que sufren Alzheimer. Un estudio realizado en la Universidad de Murcia con 42 pacientes que padecían Alzheimer en estadio leve-moderado reveló que las sesiones de musicoterapia pueden mejorar la memoria y la orientación, además de disminuir la depresión y la ansiedad. De hecho, incluso en las personas en estadios más avanzados, la escucha activa de música alivió síntomas como la agitación, la irritabilidad y los problemas del lenguaje.