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Feb 2015 

Usar el móvil al volante: ¿Por qué es una pésima idea?

Corría el año 2012 cuando investigadores de la Universidad de Kansas pusieron en práctica un experimento muy interesante: reclutaron a jóvenes y les enviaron un mensaje de texto en el que una persona les pedía que le escribieran apenas pudiesen. Lo curioso es que mientras más tiempo dilataran su respuesta, más dinero podían ganar, hasta 100 dólares. Sin embargo, la mayoría de los jóvenes decidió responder inmediatamente.

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¿Qué relación guarda este estudio con los hábitos al volante? La respuesta es muy sencilla: hemos desarrollado una relación tan estrecha con el teléfono móvil que raya casi en la adicción. Creemos que debemos estar localizables prácticamente las 24 horas del día y esto nos hace responder automáticamente a las llamadas y los mensajes, aunque estemos conduciendo, lo cual podría tener consecuencias fatales.

El sistema manos libres tampoco es completamente seguro

Ante todo, debemos tener en cuenta que la ley de tráfico establece que no se puede utilizar el teléfono móvil mientras se conduce. Este comportamiento está catalogado como una infracción grave y representa la pérdida de 3 puntos del carné de conducir, además de una multa que puede ascender a 200 euros.

De hecho, no está permitido hablar ni manipular el móvil, a menos que se cuente con un sistema manos libres. Sin embargo, aunque la ley lo permita, no es recomendable utilizar el teléfono con este sistema ya que nuestra atención merma considerablemente.

Un estudio realizado en Canadá reclutó a un grupo de conductores para que condujeran un coche en un simulador de realidad virtual. Mientras realizaban diferentes maniobras, como avanzar por una carretera recta o hacer un giro en un cruce con mucho tráfico, se monitorizaba su actividad cerebral a través de la resonancia magnética.

Así se pudo apreciar que cuando los conductores estaban concentrados en la carretera, la zona posterior del cerebro, vinculada con la atención y el procesamiento de los estímulos visuales, se mantenía activa. Sin embargo, cuando debían escuchar a alguien o hablar por el móvil, la actividad cerebral se desplazaba drásticamente hacia la zona prefrontal, vinculada con el lenguaje.

Este experimento demuestra que incluso utilizar el sistema manos libres del teléfono sacrifica nuestro nivel de alerta y, por tanto, aumenta las probabilidades de que cometamos un error al volante.

Cifras que invitan a la reflexión

Alrededor del 8% de los conductores reconoce que utiliza su teléfono móvil mientras conduce, una cifra que aumenta aún más entre los jóvenes hasta llegar al 24%. Sin embargo, la distracción al volante es una de las principales causas de los accidentes de tráfico. De hecho, ¿sabías que un solo segundo de distracción con el móvil circulando a 120 km/h puede aumentar considerablemente el tiempo de reacción haciendo que el coche avance unos 33 metros más?

Por tanto, lo más recomendable es no utilizar el teléfono mientras conduces. Si debes hacerlo, aparca en un lugar seguro y solo entonces devuelve la llamada o responde al mensaje.

Fuentes:
Schweizer, T. A. et. Al. (2013) Brain activity during driving with distraction: an immersive fMRI study. Frontiers in Human Neuroscience; 7:53.
Atchley, P. & Warden, A. (2012) The need of young adults to text now: Using delay discounting to assess informational choice. Journal of Applied Research in Memory and Cognition; 1(4): 229-234.