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May 2012 

Una vida sana: ¿Disminuye las primas de los seguros de vida?

En tiempos de crisis económica todos pretenden ahorrar pero en ocasiones no saben cómo hacerlo y recortan algunos gastos que provocan un deterioro considerable en la calidad de vida cotidiana. Sin embargo, si asumimos un estilo de vida sano no solo viviremos de forma más plena y durante más tiempo sino que también veremos las repercusiones en el ámbito económico. Por ejemplo, adoptar hábitos saludables nos permitirá ahorrar en fármacos y tratamientos médicos pero también reducirá las primas de los seguros de vida.

Las ventajas de asumir hábitos saludables

A lo largo de todo el mundo se han realizado miles de estudios científicos donde se han correlacionado los hábitos de vida negativos como fumar, beber alcohol y comer alimentos ricos en grasas y azúcares con algunas enfermedades como la diabetes, los tumores y los problemas del corazón. De hecho, según datos publicados en el diario El Mundo, en el 2010 la primera causa de muerte en España fueron las enfermedades cardiovasculares seguidas por los tumores. Hoy se conoce que muchas de estas patologías se pueden prevenir con la práctica de actividad física y una dieta saludable.
Además, si consideramos que en los últimos tiempos los precios de los productos como el alcohol y los cigarrillos han aumentado y que la comida procesada suele ser mucho más cara que los alimentos naturales; entonces podremos comprender que llevar un estilo de vida saludable no solo es beneficioso sino que también representa un ahorro para la economía cotidiana, tanto a corto como a largo plazo.

El cálculo de las primas de los seguros de vida

Para comprender cómo incide un estilo de vida saludable en las primas de los seguros es imprescindible conocer a grosso modo cómo se calculan las mismas. En el momento en que acudimos a una aseguradora para contratar un seguro de vida, esta nos realiza una entrevista detallada donde investigan tanto las enfermedades que padecemos como nuestros hábitos cotidianos. De esta forma pueden valorar el nivel de riesgo que están corriendo al asegurarnos.
Por ejemplo, existen grandes probabilidades de que una persona que asuma una dieta rica en grasas y azúcares desarrolle diabetes mientras que quienes fuman pueden padecer cáncer de pulmón, quienes llevan una vida sedentaria son más propensos a sufrir enfermedades cardiovasculares y los bebedores habituales tienen más posibilidades de desarrollar una cirrosis hepática.
La aseguradora razona siguiendo los criterios estadísticos y los aplica a cada caso en particular, por eso mientras más inadecuados y peligrosos sean nuestros hábitos, mayores serán las primas del seguro de vida que deberemos pagar. Esto se debe a que, objetivamente, estamos corriendo un riesgo mayor de desarrollar enfermedades graves en un futuro.
Otro factor que incide sobre las primas de los seguros de vida es la edad ya que se presupone que los jóvenes corren menos riesgos de desarrollar enfermedades discapacitantes o mortales. La práctica de deportes de riesgo también se tiene en cuenta y aumenta considerablemente las primas ya que estas personas enfrentan un gran riesgo de sufrir accidentes.

 

Fuente: (2012, Marzo) El mapa más detallado de la mortalidad en España. En: El Mundo