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Nov 2011 

Tipos de infracciones y la gestión de multas de tráfico

 

Quien lleve años conduciendo y nunca haya recibido una multa de tráfico que tire la primera piedra. En la actualidad, en parte por el aumento del tráfico que se ha producido en las últimas décadas y en parte debido a las prisas a las cuales nos obliga el día a día, es difícil que al menos una vez no hayamos incumplido con algún límite de velocidad, que hayamos aparcado mal o que hayamos olvidado una revisión del coche.

Obviamente, todas estas infracciones conllevan a una multa y a veces lidiar con ellas es engorroso; sobre todo si olvidamos pagarlas. En otras ocasiones, las multas son injustas y debemos emprender un proceso judicial. Tanto en un caso como en el otro, una excelente opción para resolver este problema es contratar un servicio de gestión de multas, aunque antes de contratarlo es conveniente investigar si tu compañía de seguros te ofrece este servicio.

Los tipos de multas de tráfico

Antes de profundizar en el funcionamiento de los servicios de gestión de multas es importante conocer cuáles son los diferentes tipos de sanciones. Básicamente, las multas se pueden clasificar tomando como indicador la gravedad de la infracción cometida; así, pueden ser: leves, graves y muy graves. Obviamente, esta variación dependerá del peligro que represente el comportamiento del conductor para la seguridad vial. Además, junto a las multas se extraen puntos del permiso de conducción por lo que también se correrá el riesgo de que nos retiren el carné.

Las infracciones leves normalmente están relacionadas con la actualización de los documentos; como por ejemplo, no hacer el cambio de la titularidad del vehículo o no indicar el cambio de residencia en el permiso de conducción. Por otra parte, las infracciones graves recogen acciones como: no respetar los semáforos, aparcar en lugares destinados a discapacitados o donde se obstruye el tráfico, incumplir con las normas para adelantar o cambiar dirección en la carretera así como circular con una matricula ilegible. Las infracciones muy graves son todas aquellas que sean un peligro evidente para la seguridad vial como: conducir ebrio, instalar inhibidores de radar o sobrepasar temerariamente la velocidad máxima establecida.

Las infracciones leves generalmente reciben una multa de no más de 100 euros mientras que las graves se sancionan con una media de 200 euros. Las infracciones muy graves prevén una sanción mínima de 500 euros que puede llegar hasta 6000 euros en el caso de que se instalen sistemas para inhibir los detectores de velocidad.

El servicio de gestión de multas

La frase “me han puesto una multa”, es tan usual como incorrecta. Realmente la multa de tráfico no la pone el agente sino una autoridad superior después de haberle dado la oportunidad de defenderse al conductor. Por supuesto, la mayoría de nosotros estamos acostumbrados a pagar la multa y así el procedimiento se termina automáticamente sin tantos quebraderos de cabeza. No obstante, cuando creemos la culpa no es nuestra y tenemos las pruebas que lo demuestran, bien vale la pena contar con un servicio de gestión de multas.

Muchas de las compañías aseguradoras le ofrecen a sus clientes el servicio de gestión de multas a un precio muy conveniente e incluso en ocasiones está incluido en el precio del seguro del coche. ¿Sabías que Génesis te ofrece este servicio de forma gratuita por ser cliente? En este caso, la aseguradora se ocupará de preparar y presentar todos los documentos necesarios ante los organismos que presentan la denuncia y llevarán el proceso hasta que este termine. En otras ocasiones el servicio de gestión de multas se limita a brindar orientación y ponernos en contacto con los abogados de la compañía que de seguro brindarán tarifas mucho más económicas.