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Jun 2014 

Siete consejos para comenzar a correr y no morir en el intento

Correr es un deporte muy sencillo y completo que no solo te permitirá mantenerte en forma sino también prevenir la aparición de numerosas enfermedades y mejorar tu calidad de vida. Sin embargo, antes de comenzar a correr es importante que tomes algunas precauciones ya que, como cualquier otro tipo de deporte, también puedes sufrir lesiones.

  • Elige unas zapatillas aptas para correr. Recuerda que no son tus pies los que se deben adaptar a los zapatos sino al contrario. No solo debes asegurarte de que las zapatillas sean cómodas sino que también debes elegir un modelo que se adapte a tu tipo de pisada. En las tiendas especializadas podrán asesorarte y ayudarte a encontrar las zapatillas más adecuadas para ti, de esta forma evitarás lesiones en los tobillos y las rodillas.  
  • Comienza con calma. Al inicio, la mayoría de las personas se sienten muy motivadas y ese exceso de ímpetu les lleva a plantearse objetivos poco realistas. Al no poder alcanzarlos, pierden el entusiasmo y abandonan. Por eso es tan importante que el avance en el entrenamiento sea gradual, poco a poco irás aumentando el tiempo y el ritmo de la carrera. No te exijas demasiado al inicio y no albergues expectativas muy elevadas.
  • Jamás olvides el calentamiento. Los principiantes suelen pasar por alto el calentamiento, lo cual aumenta las probabilidades de que sufran lesiones musculares. Recuerda que un buen calentamiento debe durar entre 10-15 minutos y su principal objetivo es reforzar los músculos que más trabajarán durante la carrera. Eso significa que deberás aprender una serie de ejercicios específicos para activar estos grupos musculares, como realizar desplazamientos laterales, andar con los talones, de puntillas o hacer skipping.
  • Descansa cada vez que lo necesites. En cualquier tipo de actividad física, es fundamental que aprendas a escuchar a tu cuerpo. Si no estás acostumbrado a practicar deporte, es probable que tus músculos y articulaciones estén débiles por lo que después de algunos días podrían resentirse. Por eso, cuando estés cansado, detén la carrera y continúa caminando. Lo ideal es que lleves un ritmo constante y suave que te permita sostener una conversación. También es importante que incluyas días de descanso durante la semana, así podrán sanar las microlesiones que normalmente se producen al correr.
  • Incluye más ejercicios en tu rutina diaria. Además de correr, existen otros ejercicios que te ayudarán a ganar fuerza y resistencia. Por ejemplo, las sentadillas y las tijeras son ideales para trabajar el tren inferior y te servirán para evitar lesiones.
  • Elige bien el terreno y la zona donde correrás. Los principiantes suelen pensar que, con tal de que puedan correr, cualquier terreno es válido. Obviamente, no es así. Lo ideal es que apuestes por un terreno llano, al menos al inicio, y que sea lo suficientemente suave como para amortiguar la pisada, de esta forma tu columna sufrirá menos. Tampoco se recomienda correr por calles donde haya mucho tráfico ya que los gases contaminantes no solo afectarán tu sistema respiratorio sino que también pueden provocar inflamación en el cerebro.
  • Aliméntate adecuadamente. Si comienzas a correr, necesitarás una dosis extra de energía por lo que es importante que comiences a preocuparte por la calidad de las calorías que consumes. Lo ideal es que apuestes por alimentos ricos en carbohidratos antes y después de la carrera, así mantendrás las reservas de glucógeno bajo control. Decántate por los cereales, tubérculos, legumbres y lácteos. Obviamente, durante la carrera es vital que te mantengas hidratado.