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Nov 2016 

¿Sabías que en ciertos momentos del día somos más vulnerables a las infecciones?

Un estudio reciente revela que podemos ser más propensos a enfermar durante ciertas horas del día. Te explicamos qué sucede en tu organismo.

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Hace algunos años el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido publicó un estudio en el que desveló que las personas que trabajan por turnos tienen una salud peor. Según los datos recopilados, estos trabajadores son más propensos a sufrir enfermedades limitantes de larga data y a desarrollar obesidad y diabetes.

Estudios anteriores ya habían dado la voz de alarma al descubrir que quienes cambian con asiduidad sus turnos de trabajo o viajan con frecuencia a diferentes zonas horarias son más propensos a enfermar, sobre todo a contraer enfermedades de origen viral. Los científicos creen que la causa podría encontrarse en el ritmo circadiano de las células de nuestro organismo.

La influencia del ritmo circadiano en la salud

Cuando un virus entra en nuestro organismo, se produce una especie de “secuestro” de las células, así ese agente patógeno se replica. Nuestro sistema inmunitario es el agente guardián que se mantiene atento para que eso no suceda. Sin embargo, se ha descubierto que nuestras defensas fluctúan a lo largo del día, lo cual se debe a nuestro reloj biológico.

De hecho, los ritmos circadianos controlan muchos aspectos de nuestra fisiología, desde los patrones de sueño y vigilia hasta la temperatura corporal, el funcionamiento del sistema inmunitario y la producción y liberación de hormonas. Estos ciclos son controlados por determinados genes, entre ellos el Bmal.

Además del ciclo diario de actividad, se ha apreciado que la actividad del gen Bmal también varía en dependencia de las temporadas del año, de manera que es menos activo durante los meses de invierno y aumenta su actividad en verano. Esa podría ser otra razón por la cual las enfermedades infecciosas se propagan más rápido durante los meses invernales.

Los virus aprovechan las fases de reposo del ritmo circadiano para replicarse

Hace poco un estudio realizado en la Universidad de Cambridge demostró cómo el ritmo circadiano influye en la vulnerabilidad a enfermar. Estos investigadores compararon las reacciones de ratones a los que infectaron con el virus del herpes en diferentes momentos del día, analizando el nivel de infección y propagación del virus.

Así notaron que el virus se replicaba 10 veces más cuando los animales eran infectados durante las fases de reposo de su metabolismo. Vale aclarar que ese mismo patrón se ha podido apreciar en cultivos de células, lo cual significa que el grado de infección no depende exclusivamente de la fortaleza o debilidad del sistema inmunitario sino del ritmo circadiano de las propias células.

Estos investigadores explican que cada célula del organismo tiene su propio reloj biológico, que se anticipa a los cambios del medio ambiente. Ese reloj interno determina la eficacia con la que podrá replicarse el virus. De hecho, cuando en el laboratorio se interrumpe ese ritmo celular, la infección avanza más rápido.

También se ha descubierto que existen virus capaces de manipular el “reloj” molecular que controla los ritmos circadianos, así logran protegerse y se replican con mayor rapidez. El parásito de la malaria, por ejemplo, es capaz de sincronizar su patrón de replicación con el ritmo circadiano del organismo que infecta, para ser más eficaz.

Aunque estos estudios se han realizado en animales, los investigadores afirman que sus resultados también podrían aplicarse a las personas, por lo que están convencidos de que la hora del día influye en el proceso de replicación viral en nuestro organismo. Esto explicaría por qué las personas que trabajan por turnos son más vulnerables a enfermar, ya que tendrían alterado ese reloj biológico celular.

Fuentes:

Edgar, RS et Al. (2016) Cell autonomous regulation of herpes and influenza virus infection by the circadian clock. PNAS; 113(36): 10085–10090.

(2013) Health Survey for England. Health, social care and lifestyles. En: NHS.