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Dic 2014 

Quemar incienso: Reequilibra el alma pero enferma el cuerpo

Algunas personas tienen la costumbre de quemar incienso en casa para eliminar el olor del humo del tabaco o para reencontrar la paz interior. Sin embargo, los estudios científicos más recientes han puesto en tela de juicio esta práctica al descubrir que las sustancias que emiten los inciensos, aceites y algunas velas perfumadas son tóxicas y pueden provocar desde alergia hasta cáncer.

Un estudio español desvela productos tóxicos en la combustión del incienso

La OCU, en colaboración con otras organizaciones de consumidores de países como Italia y Portugal, se dedicó a analizar una serie de aceites, inciensos y velas perfumadas de algunas de las marcas más comercializadas en España. Estos productos se encendieron dentro de una cámara que imitaba una habitación normal, no hermética. A continuación se evaluaron las sustancias tóxicas emitidas al aire y, al cabo de una hora, se volvieron a medir las partículas finas que quedaban suspendidas en el ambiente.

Los investigadores pudieron apreciar que todos los inciensos y uno de los aceites analizados emitían niveles elevados de benceno, una sustancia que puede llegar a ser cancerígena. También se descubrió la presencia de formaldehído, un compuesto que hace poco fue catalogado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer dentro del grupo 1, en el que se incluyen los carcinógenos confirmados. Además, se pudo apreciar que la cantidad de partículas finas, que al respirarlas se alojan en los pulmones, era elevadísima, incluso una hora después de haberse quemado el incienso.

Un estudio asiático halla una correlación entre el uso habitual del incienso y el cáncer

El incienso también ha sido puesto bajo el microscopio en Asia, donde su uso está muy extendido gracias a una tradición milenaria. En este estudio se analizaron a más de 61.000 personas durante un periodo de 12 años. Al iniciar el estudio, ninguno de los participantes tenía cáncer pero al terminar, 1.146 personas habían desarrollado tumores malignos.

Después de analizar la frecuencia en el uso del incienso, así como el momento del día en que se utilizaba y la duración de este ritual, los investigadores hallaron una correlación positiva con la aparición de cáncer en las vías respiratorias superiores, sobre todo con el cáncer pulmonar.

¿Cuáles son las conclusiones?

Los expertos afirman que ni las mujeres embarazadas ni los niños pequeños o las personas asmáticas deben exponerse al humo que desprende el incienso. También indican que en realidad el incienso no limpia el ambiente sino que enmascara otros olores e incluso puede enrarecer aún más el aire.

Basta pensar que un cono de incienso emite ocho veces más benceno que un cigarrillo y puede superar hasta 100 veces el límite saludable de formaldehído por metro cúbico. Por tanto, estos investigadores indican que quemar incienso no debe convertirse en una costumbre y, cuando se haga, es mejor hacerlo en lugares bien ventilados.

 
Fuentes:
Jiménez, E. (2013) Algunos ambientadores, inciensos y aceites emiten más benceno que el tabaco. En: OCU.
Friborg, J. T. et. Al. (2008) Incense use and respiratory tract carcinomas: a prospective cohort study. Cancer; 113(7): 1676-1684.