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Los seguros de vida para personas mayores

 

Los seguros de vida están estrechamente vinculados a la edad del tomador, mientras mayor sea la persona, más costosa será la póliza puesto que la aseguradora deberá correr un riesgo más grande para poder brindarle ciertas garantías. Por eso los seguros de vida para jóvenes son menos costosos que los seguros de vida para mayores de 70 años.

Asegurarse en la tercera edad: ¿Una misión imposible?

Básicamente, los seguros de vida están pensados para que la persona pueda salvaguardar la estabilidad económica de su familia en caso de fallecimiento o si sufriese una enfermedad que le impidiese trabajar. Por eso lo más común son los seguros de vida para jóvenes, puesto que estos son quienes están formando una nueva familia y tienen hijos pequeños bajo su responsabilidad.

Se supone que los jubilados ya no tienen a nadie a su cargo y que reciben una pensión que les permite hacerle frente a sus necesidades básicas. Si a esto le sumamos que el riesgo de sufrir enfermedades degenerativas es elevado, entonces podremos comprender por qué es difícil encontrar seguros de vida para mayores de 70 años.

De hecho, muchas aseguradoras realizan los seguros de vida hasta 65 años. Es decir, no aceptan nuevas pólizas de personas que sobrepasen esta edad. Otras compañías prevén un contrato en el cual el seguro de vida se cancela automáticamente cuando se arriba a los 65 años. Por eso es tan importante leer la letra pequeña de la póliza.

No todo está perdido

Aunque la mayoría de las aseguradoras no realizan seguros de vida para jubilados, algunas sí los hacen. Obviamente, la persona deberá someterse a una serie de exámenes médicos con el objetivo de establecer el riesgo real al cual se enfrenta la aseguradora y, si esta considera que no es excesivo, pueden firmar el contrato. No obstante, como las primas suelen ser muy elevadas, sería conveniente analizar si realmente vale la pena subscribir este tipo de seguro cuando ya se tiene de 55 a 80 años.

En realidad, existen otras opciones mucho más interesante, como los seguros de vida para personas mayores de 50 años en forma de renta vitalicia. Es decir, las primas que se han ido pagando se recuperan como una renta periódica que va a complementar la pensión. Se trata de una póliza que le brinda cierta estabilidad económica al anciano, sobre todo si ha pagado las primas durante 15 o 20 años.

Otra alternativa particularmente conveniente para las personas de 55 a 80 años son los seguros de dependencia. No son seguros de vida en sí pero prevén la reducción de la autonomía personal, ya sea a causa de la edad, un accidente o una enfermedad. En estos casos, la aseguradora cubre los gastos que conlleve la dependencia.

 

Autor: Francisco José Hernán Gómez