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Nov 2013 

Los peligros que implican los atascos de tráfico

Aunque el número de atascos en las carreteras se ha reducido debido a la crisis, podemos estar seguros de que no es una cuestión resuelta. De hecho, España ocupa el quinto lugar en Europa en lo que respecta a la cantidad de atascos. Bélgica es el país con las carreteras más congestionadas, un problema que le hace perder 55 horas al año a sus conductores, mientras que en España pasamos un promedio de 34 horas más al volante por culpa de los atascos. Sin embargo, el principal problema no es la pérdida de tiempo sino los peligros que encierran los atascos.

Entre averías y golpes

Sin lugar a dudas uno de los mayores peligros que implican los atascos son las colisiones por alcance, que a menudo se transforman en verdaderos accidentes en cadena. Según un estudio realizado por TomTom y YouGov Plc, aproximadamente el 50% de los conductores españoles refiere haber sufrido un accidente de tráfico en un atasco y el 19% reconoció que no sabía cuál era la distancia de seguridad que debían mantener cuando se encontraban parados.

Pero las colisiones no son el único peligro que enfrentamos en los embotellamientos, también nos exponemos a quedarnos sin combustible, sobre todo si no hemos sido lo suficientemente previsores como para llenar el tanque. Quedarse sin batería y que el motor se recaliente son otros problemas que también podrían estar acechándonos en la próxima curva, sobre todo si el coche ya tiene algunos años.

A largo plazo, los atascos también nos pasan factura y podemos estar seguros de que no es precisamente económica. De hecho, cuando nos enfrentamos a los embotellamientos con frecuencia, algunas piezas del coche terminan desgastándose con mayor rapidez, como el embrague y la batería, por lo que tendremos que cambiarlas antes. Además, el consumo de combustible también aumenta. Según un estudio realizado por la Comisión Europea, todo esto nos cuesta unos 1.000 euros al año.

El costo psicológico

No todo se limita al coche y a los daños desde el punto de vista económico, uno de los principales peligros que nos aguardan en los atascos de tráfico es precisamente el costo que representan para nuestro equilibrio psicológico. Tanto es así que desde hace algunos años se ha propuesto el término “Síndrome de Estrés del Tráfico”. Este problema afecta a aquellas personas que tienen que enfrentarse a los embotellamientos con frecuencia y provoca diferentes síntomas, desde dolor de cabeza y pérdida de la concentración hasta dificultades para respirar, taquicardia y gran ansiedad. Obviamente, conducir en estas condiciones no es seguro.

Por otra parte, también se ha apreciado que el trastorno explosivo intermitente es mucho más común en estas situaciones. Se estima que esta patología afecta a casi el 10% de la población y se caracteriza por una reacción desproporcionada de enfado. Literalmente, la persona explota con una rabia incontrolada que normalmente termina en un ataque a los conductores más cercanos.

Referencias:
(2012, Junio) España, quinto país europeo con más atascos. En: El Mundo.
(2013, Septiembre) La mitad de los conductores españoles ha sufrido un accidente por encontrarse con tráfico inesperado. En: El economista.
(2013, Septiembre) Gastamos 1.000 euros al año en atascos. En: ABC.