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Sep 2014 

Los peligros de contar calorías

Mantenernos en forma es muy importante, tanto para nuestra salud física como para nuestro equilibrio mental. Por eso, cada vez estamos más pendientes de lo que comemos y nos preocupamos por contar las calorías de los alimentos. Sin embargo, contar calorías puede convertirse en un arma de doble filo que genera creencias erróneas sobre la alimentación, produce ansiedad y desencadena el temido efecto rebote.

Tres razones por las que contar calorías no siempre es una buena idea

La mayoría de las personas que cuentan calorías lo hacen por dos motivos: para ser conscientes de lo que comen y mantener bajo control su dieta o para optimizar su rendimiento deportivo y acelerar la pérdida de grasa corporal. Sin embargo, cuando nos centramos exclusivamente en las calorías corremos el riesgo de perder de vista aspectos más importantes de la alimentación, lo cual puede volverse en nuestra contra.

  • La composición de los alimentos es más importante que sus calorías. En una dieta no solo debemos considerar la cantidad de alimentos de ingerimos sino también su composición. Por ejemplo, las calorías que nos aportan los carbohidratos no son iguales que las que nos brindan las grasas pues nuestro organismo procesa los lípidos más lentamente y estos tienden a acumularse con mayor facilidad, lo cual también potencia la oxidación y la formación de radicales libres. Además, también existe lo que se conoce como “calorías vacías”, que se encuentran en aquellos alimentos que no nos aportan prácticamente ningún nutriente. Por consiguiente, dos dietas con la misma cantidad de calorías pero con diferente composición nutricional pueden generar resultados distintos, tanto respecto al peso como a nuestra salud.
  • Contar calorías puede hacer que nos obsesionemos. Llevar la cuenta de las calorías no es sencillo, incluso con la ayuda de las aplicaciones para móviles, pues demanda que estemos muy pendientes de lo que comemos. A la larga, esta preocupación constante puede llegar a ser contraproducente y conducir a la obsesión. Se ha demostrado que las dietas más restrictivas son las que producen un mayor efecto rebote, lo cual se debe al hecho de que el autocontrol no es una capacidad inagotable sino que se va desgastando poco a poco y llega un punto en el que no tenemos más fuerza de voluntad para luchar contra las tentaciones. Entonces echamos por la borda en pocas semanas, lo que nos costó meses de trabajo y sacrificio. Debemos tener en cuenta que una dieta saludable no es solo aquella que nos ayuda a perder peso sino la que nos permite mantenernos de buen humor.
  • Las calorías responden únicamente a nuestra necesidad energética. Una dieta basada en la cantidad de calorías se refiere solo a las demandas energéticas de nuestro organismo pero no tiene en cuenta otros indicadores que pueden ser más importantes para nuestra salud, como los niveles de colesterol, la cantidad de glucosa en sangre o las cifras de la presión arterial.

Cuando la dieta se centra exclusivamente en contar calorías no es educativa ya que no nos indica los alimentos que pueden ser dañinos o aquellos que pueden ser más beneficiosos y que nos ayudan a mantenernos saludables. Además, no podemos olvidar que la cantidad de calorías que necesitamos puede variar de un día a otro, en dependencia de la actividad física que realicemos o de las variaciones de nuestro metabolismo.