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Jul 2014 

Los chips para perros: ¿Son seguros?

Una de las formas más convenientes para rastrear a tu mascota consiste en insertar bajo su piel un microchip en el cual está registrado un número de identificación que, a su vez, se encuentra en una base de datos. Gracias a este dispositivo, si pierdes a tu mascota y alguien la encuentra, podrá acceder a tus datos y contactarte inmediatamente. Sin embargo, ¿este dispositivo es seguro para los perros? ¿Puede afectar su salud?

¿Cómo funciona el microchip?

Básicamente, el microchip es un dispositivo electrónico del tamaño de un grano de arroz que se inserta como si fuera una vacuna, entre la piel y los músculos. Este procedimiento es muy sencillo pero aún así, lo debe realizar un veterinario. Después, si el perro se extravía, tanto los veterinarios como las personas que trabajan en los centros de acogida para animales, podrán leer el número de identificación utilizando un escáner.

El número de identificación no es más que un código de barra almacenado en formato electrónico dentro del chip. Este número está vinculado al nombre, domicilio y los datos de contacto del propietario del animal. Los chips más modernos también incluyen información sobre la salud de la mascota, las vacunas que se le han puesto o incluso el registro genealógico.

¿Puede llegar a ser dañino para la salud?

En la actualidad existe un gran debate sobre la seguridad de los microchips ya que algunos estudios científicos han desvelado que este tipo de dispositivos pueden llegar a causar daños a la salud, como por ejemplo, estimular la proliferación de tumores malignos.

En este sentido, una de las primeras investigaciones fue realizada por la Dow Chemical Co. y afirmó que los chips implantados en animales de laboratorio pueden inducir el crecimiento de sarcomas. Estudios más recientes han confirmado esta idea pero se debe aclarar que la muestra que se ha utilizado han sido ratones de laboratorio y que el porcentaje de incidencia de la enfermedad es muy bajo, oscila entre el 0.8% y un 10.2%.

Hoy la mayoría de los expertos afirman que no existe suficiente evidencia como para afirmar que estos resultados se pueden extrapolar a perros y gatos ya que su metabolismo es muy diferente al de los ratones. Por otra parte, también debemos considerar que los microchips modernos están hechos con un cristal biocompatible que reduce las probabilidades de alergias o problemas de salud.

¿Es mejor apostar por el collar?

Ante todo, se debe aclarar que en algunas Comunidades Autónomas de España es obligatorio que los perros lleven un chip identificativo, el cual se debe colocar a los tres meses de vida. Sin embargo, muchas personas han hecho caso omiso de la ley por lo que en la actualidad prácticamente la mitad de los perros no tienen un microchip implantado.

Algunos propietarios continúan apostando por colocar una chapa identificativa en el collar. De hecho, ya existen colgantes con un código QR e incluso collares que tienen un GPS incorporado. Sin embargo, debemos considerar que tanto la placa como el collar se pueden perder por lo que la opción más segura para recuperar a nuestra mascota continúa siendo el microchip.

Fuentes:
Le Calvez, S. et. Al. (2006) Subcutaneous microchip-associated tumours in B6C3F1 mice: A retrospective study to attempt to determine their histogenesis. Experimental and Toxicologic Pathology; 57(4): 255–265.
Elcock, L.E., et. Al. (2001) Tumors in long-term rat studies associated with microchip animal identification devices. Experimental And Toxicologic Pathology; 52 (6): 483-491.
Johnson, K. (1996) Foreign-body tumorigenesis: Sarcomas induced in mice by subcutaneously implanted transponders. Toxicologic Pathology; 33(5):619.