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Ago 2016 

La fatiga al volante, un enemigo silencioso

La fatiga provoca hasta el 30% de los accidentes que ocurren en las carreteras españolas. Te explicamos cómo afecta la fatiga al conductor y te indicamos cuáles son los principales factores que potencian el cansancio al volante.

Sleepy driver

Según la Dirección General de Tráfico, la fatiga es la principal responsable de entre un 20 y un 30% de los accidentes de tráfico que ocurren en España. De hecho, se trata de un enemigo silencioso que afecta la capacidad del conductor para concentrarse en la carretera, aumentando las probabilidades de que ocurra una colisión o una salida de la vía.

¿Cómo te afecta la fatiga cuando te pones al volante?

La fatiga provoca una serie de cambios a nivel físico y mental que afectan considerablemente tu capacidad para conducir.

  • Altera la visión. La fatiga provoca una disminución de la agudeza visual, haciendo que veas borroso y tengas problemas para enfocar los objetos. También hace que parpadees más, lo que significa que tendrás los ojos cerrados durante más tiempo.
  • Provoca reacciones bruscas. Cuando estás fatigado, puedes sobresaltarte al escuchar un claxon y frenar bruscamente provocando un incidente. Esto se debe a que tu cerebro no es capaz de analizar la información con suficiente rapidez y controlar las reacciones automáticas.
  • Causa dolor de cabeza. La fatiga se refleja fundamentalmente en la cabeza, provocando una sensación de presión o pesadez en las sienes. También puede causar cefalea y molestias en la cervical, haciendo que la conducción sea más incómoda.
  • Enlentece los movimientos. Cuando estás fatigado tus movimientos serán más lentos y menos precisos, por lo que estarás más expuesto a situaciones de riesgo. También suelen disminuir las maniobras al volante para corregir la dirección, mientras aumentan los movimientos que denotan cansancio, como cambiar de postura en el asiento, estirarse o bostezar.
  • Estimula las conductas temerarias. La fatiga incrementa la irritabilidad y disminuye tu capacidad para razonar. Esa mezcla explosiva te impulsa a adoptar comportamientos más peligrosos al volante ya que puedes malinterpretar fácilmente las situaciones del tráfico o los comportamientos de los otros conductores.

¿Qué factores aumentan la fatiga al conducir?

Existen algunos factores que deberías evitar ya que incrementan el cansancio cuando te pones al volante.

  • Descanso insuficiente. Algunas personas necesitan menos tiempo para recuperarse de la fatiga, otras más, pero si te pones al volante deberías descansar cada dos horas de conducción o 150 kilómetros recorridos.
  • Condiciones climatológicas adversas. La niebla, nieve o lluvia te obligan a prestarle más atención a la carretera, por lo que te agotarás más rápido. También deberías evitar conducir por la noche o durante el amanecer y el atardecer ya que la luz a estas horas agota mucho.
  • Demasiado tráfico. Las retenciones y paradas frecuentes aumentan la tensión al volante ya que te obligan a concentrarte más en la vía, por lo que también incrementan la fatiga.
  • Malas condiciones del coche o la carretera. Cuando la carretera no está en buen estado hará que el coche vibre excesivamente y será más incómodo conducir. Lo mismo ocurre cuando se producen vibraciones por defectos en la dirección o la suspensión.
  • Ventilación inadecuada. Una temperatura muy elevada en el interior del vehículo, así como una mala ventilación, no solo provocan fatiga sino que pueden afectar tus sentidos. De hecho, por encima de los 24°C la percepción del conductor comienza a afectarse.
  • Mucho estrés. La prisa por llegar no es buena consejera ya que no solo te hace adoptar comportamientos más temerarios al volante sino que también aumenta la fatiga. Por eso, antes de emprender un viaje largo, asegúrate de estar relajado.