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May 2013 

La evolución de los coches en los últimos 40 años

 

Desde que se inventó el automóvil, este ha evolucionado de una manera impresionante pero podemos estar seguros de que han sido las últimas décadas las que han traído los cambios más revolucionarios. De hecho, hemos sido testigos de un desarrollo que hace algunos años podría haberse calificado como utópico o propio de la ciencia ficción.

Los coches de ayer y de hoy

Salvo algunos cambios que prácticamente podríamos contar con los dedos de las manos, los coches de inicios de siglo no eran muy diferentes de los que se conducían en los años ’60. Fue a inicios de los años ’70 que la industria del motor recibió un impulso inusitado de la mano de la tecnología. El objetivo era crear coches más rápidos, confortables y seguros.

Al aumentar el número de coches que circulaban por las carreteras, los accidentes comenzaron a ser un problema por lo que los fabricantes se preocuparan por crear coches más seguros. Primero surgieron los cinturones de seguridad automáticos y después las bolsas de aire. Vale aclarar que ambos inventos ya se aplicaban desde los años ’30 en los aviones pero necesitaron varias décadas antes de que se instalasen en todos los coches. En los años ’90, de la mano del desarrollo tecnológico, surgieron otras innovaciones importantísimas, como los sistemas de frenado y control de dirección, más conocidos como ABS y ESP.

Los coches no solo han evolucionado convirtiéndose en medios de transporte más seguros sino también más confortables. De hecho, en los últimos años los estudios sobre la ergonomía han hecho que el interior de los vehículos sea más cómodo y, sobre todo, se comenzaron a fabricar coches que hacían un uso más racional del espacio. También fue a finales de los años ’70 que el aire acondicionado se incluyó en la mayoría de los coches.

Los coches de los últimos diez años

En la última década, la industria automotriz ha comenzado a preocuparse por el medio ambiente. Por eso ya podemos ver nuevos prototipos que funcionan a base de hidrógeno o coches eléctricos que tienen una autonomía más que suficiente para circular por las grandes ciudades.

Por otra parte, el desarrollo de la electrónica ha hecho que los antiguos sistemas mecánicos dejen paso a los sistemas de inyección controlados por centralitas electrónicas. De hecho, el funcionamiento de los coches modernos depende casi en un 90% de la electrónica ya que en los modelos más recientes, esta regula incluso la presión del aire de los neumáticos.

Además, todo se mueve hacia una experiencia de conducción cada vez más pasiva, en el sentido de que los coches ya están comenzando a tomar decisiones en base a los sensores de movimiento que tienen instalados. Hoy ya existen modelos que reducen o detienen la marcha si detectan un peligro de colisión, que se aparcan solos e incluso pueden ver en la oscuridad gracias a un sistema de visión nocturna.