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Dic 2012 

Consejos para circular en rotondas

 

A lo largo de los años las carreteras españolas han visto como el tráfico se ha incrementado de manera exponencial. En aras de garantizar un flujo constante de vehículos y una mayor seguridad para los conductores, ha sido necesario actualizar todo el sistema vial. Esta ha sido la razón principal por la cual muchas de las intersecciones y semáforos del país se han ido sustituyendo poco a poco con las rotondas.

Las rotondas son una solución muy eficaz para facilitar un tráfico constante y evitar la ralentización que provocan los semáforos. Sin embargo, para muchos conductores las rotondas continúan siendo un foco de tensión y ansiedad puesto que no saben cómo entrar y circular por ellas. Obviamente, el hecho de que los conductores no se sientan seguros al volante puede desencadenar un accidente.

Los detalles que debes saber para conducir en una rotonda

La primera duda que suele asaltar al conductor que se acerca a una rotonda es la prioridad, es decir, no sabe qué coche tiene la preferencia de paso. Se trata de un pequeño detalle que adquiere proporciones gigantescas en caso de accidente ya que, si fuimos nosotros quienes violamos el derecho de paso, será nuestro seguro de coche quien deba sufragar los daños.

Por eso es vital que sepamos que en una rotonda la preferencia la tiene siempre el coche que ya se encuentra circulando por la misma. No importa cuán grande e importante sea la carretera por la cual venimos, los vehículos que ya están en la rotonda tienen prioridad absoluta, debemos detenernos y esperar a que estos pasen. Esto implica que cuando nos vayamos acercando a una rotonda debemos ralentizar la marcha, una norma que está recogida en el Reglamento General de la Circulación.

Otro aspecto importante que muchos pasan por alto se refiere a las luces de dirección. Estas se deben encender antes de entrar en una rotonda y antes de salir, sobre todo en las rotondas donde hay mucho tráfico. De esta forma los coches que se encuentran detrás pueden comprender hacia dónde nos dirigimos y pueden dejarnos espacio para tomar el carril. De no respetar esta norma, probablemente terminaremos con una abolladura en el parachoques y, a no ser que tengamos un seguro de coche a todo riesgo, deberemos correr con los gastos de la reparación.

En las rotondas donde hay mucho tráfico es importante acercarnos lentamente, indicar siempre hacia dónde vamos y esperar hasta que nos dejen el espacio adecuado para movernos. Además, debemos mantener una distancia prudencial respecto al coche delantero, sobre todo si no tiene encendida la luz de dirección y no estamos seguros de hacia dónde se dirige.

¿Qué hacer en caso de accidente?

Por muchas precauciones que tomemos, no podemos estar 100% seguros de que no ocurrirá un accidente. Por ello, desde Génesis Coche, aconsejamos estar preparados para cualquier tipo de eventualidad. En caso de siniestro, el primer paso será detener el coche apenas salgamos de la rotonda.

Si no se han sufrido grandes daños, se deberá rellenar el parte amistoso indicando los coches involucrados, el sentido del tráfico y el responsable de la colisión. En caso de que los daños sean de gran envergadura, deberemos llamar a la policía y esperar a que esta llegue y tome las declaraciones pertinentes. Después entregaremos toda la documentación a nuestro agente de seguros, en un plazo que no debe ser superior a una semana.