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Jul 2017 

¿Cómo ahorrar agua sin descuidar el jardín?

Si riegas tu jardín usando la clásica manguera conectada a un grifo, estarás consumiendo una gran cantidad de agua. Descubre algunos trucos para ahorrar agua sin descuidar tus plantas.

Cuando llega el verano las plantas necesitan más agua, algunas incluso necesitarán que las riegues tres veces a la semana. Sin embargo, ¿sabías que cuando utilizas la clásica manguera conectada a un grifo consumes una media de 9 litros de agua cada minuto? Existen maneras mucho más respetuosas con el medio ambiente y más amigables con la economía doméstica de regar tu jardín sin gastar tanta agua.

Cinco consejos para regar tus plantas sin gastar tanta agua

  1. Riega en la zona adecuada. En verano el calor hace que el agua se evapore rápidamente, por lo que si riegas de manera superficial estarás desperdiciando agua. Lo ideal es que realices un riego más profundo, dirigido a las raíces de las plantas. No solo es importante que dirijas bien el chorro de agua sino que también debes regar lentamente, para que la tierra pueda absorber mejor el agua ya que si esta se encharca, gran parte se evaporará.
  2. Riega a la hora correcta. Muchas personas cometen el error de regar durante las horas más calurosas, lo cual solo sirve para malgastar el agua por evaporación. Por eso, es conveniente que riegues durante las horas más frescas, y evites regar los días de mucho viento ya que este difuminará las gotas de agua alejándolas de las plantas. Considera además que si riegas de manera más generosa, aunque sea menos veces a la semana, las plantas podrán desarrollar mejor sus raíces y serán más resistentes en época de sequía.
  3. Aplica acolchados de materia orgánica. Extender sobre la tierra del jardín cortezas de pino o grava te permitirá conservar la humedad del suelo, evitando que este se caliente demasiado durante las horas de más calor y dañe las raíces de las plantas. Los acolchados también sirven para limitar el crecimiento de las malas hierbas, por lo que son una opción muy interesante a considerar tanto para ahorrar agua como para trabajar menos en el jardín.
  4. Implanta un sistema de captación de agua. Lo ideal sería que construyeras un sistema que te permita recoger el agua de lluvia, de manera que la canalices hasta un depósito que después puedas usar para regar el jardín. Aunque si tu jardín no es muy grande, ni siquiera es necesario que el sistema sea muy complejo, los típicos barriles de lluvia pueden bastar.
  5. Elige un sistema de riego más ecológico. La elección del sistema de riego determina la cantidad de agua que destinas al jardín. El riego por aspersión, por ejemplo, es recomendable para las zonas con césped, pero si necesitas regar plantas, puedes apostar por el riego por goteo pues como el agua va saliendo gota a gota, se mantiene la tierra húmeda y se evita la evaporación, además de ser un sistema muy sencillo de montar. No obstante, la técnica de riego por exudación te permitirá ahorrar más agua. Consiste en una manguera, normalmente de poliéster tejido, que exuda agua a lo largo de su superficie. Y si decides automatizar el sistema de riego e incorporas un sensor de humedad, podrás estar seguro de que solo riegas cuando las plantas realmente lo necesitan.