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Dic 2016 

Comer frutas: 3 mitos que deberías conocer

Te desvelamos algunos de los mitos más extendidos sobre las frutas, que en realidad no tienen ninguna base científica.

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Muchísimas investigaciones han puesto de manifiesto la importancia de incluir las frutas en nuestra dieta cotidiana. De hecho, la OMS recomienda consumir cinco raciones de frutas y verduras al día ya que estas nos ayudan a mantener a raya diferentes enfermedades y mejoran nuestra calidad de vida. Por ejemplo, se ha demostrado que por cada pieza de fruta que incluyamos en nuestra dieta, disminuye en un 7% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en algunas ocasiones ciertos mitos nos impiden aprovechar al máximo sus beneficios.

Creencias populares sobre las frutas que la ciencia ha refutado

  1. La fruta se debe comer con el estómago vacío. Se trata de uno de los mitos más difundidos, aunque no tiene ninguna base científica. En práctica, esta creencia popular afirma que si comemos frutas con la comida se ralentiza la digestión, favoreciendo la fermentación del resto de los alimentos, por lo que se generan gases y una sensación de malestar. Sin embargo, si bien es cierto que la fibra de la fruta puede ralentizar un poco la digestión, eso no significa que sea algo negativo. Un estudio realizado en el Peking Union Medical College Hospital desveló que la fibra de las frutas incrementa el tiempo de vaciado estomacal, de un promedio de 72 a 86 minutos, lo cual permite que las personas se sientan saciadas durante más tiempo e ingieran menos calorías, lo cual les ayuda a mantener el peso corporal bajo control.
  2. El azúcar de las frutas es dañina. Hay quienes afirman que las frutas son una especie de “comida rápida natural” ya que contienen demasiado azúcar, la cual es dañina para nuestra salud. Sin duda, el azúcar añadido representa un riesgo para la salud, pero la cantidad de fructosa que se encuentra en las frutas es mínima ya que estas contienen principalmente agua y fibra. De hecho, una manzana puede saciarnos aportando tan solo 13 gramos de fructosa, mientras que una botella de Coca Cola nos dejará hambrientos aportando 30 gramos de azúcar. Además, debemos recordar que mientras el azúcar común solo aporta calorías vacías, carentes de valor nutricional, las frutas son ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales que nuestro organismo necesita. Por otra parte, existen muchos tipos de frutas, las grosellas negras, el limón, los arándonos rojos, el coco y las frambuesas, por ejemplo, contienen menos fructosa.
  3. La fruta pierde su valor nutricional cuando se come con la comida. Según este mito, si comemos las frutas justo antes o después de la comida, estaremos desaprovechando sus nutrientes. Sin embargo, esta idea no es completamente cierta ya que nuestro organismo ha evolucionado para absorber la máxima cantidad de nutrientes posible cuando ingerimos cualquier tipo de alimento. Cuando comemos, el estómago solo libera pequeñas cantidades de alimentos, de manera que los intestinos puedan absorber los nutrientes con mayor facilidad. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Hohenheim desveló que los intestinos pueden absorber el doble de los nutrientes que una persona promedio consume en un día. Aún así, también es cierto que algunos nutrientes pueden interferir en la absorción de otros, pero esto ocurre con todos los alimentos, no solo con las frutas.

Fuentes:

Yu, K. et. Al. (2014) The impact of soluble dietary fibre on gastric emptying, postprandial blood glucose and insulin in patients with type 2 diabetes. Asia Pac J Clin Nutr; 23(2): 210-218.

Dauchet, L. et. Al. (2006) Fruit and Vegetable Consumption and Risk of Coronary Heart Disease: A Meta-Analysis of Cohort Studies. Journal of Nutrition; 136(10): 2588-2593.

Weber, E. & Ehrlein, H. J. (1998) Reserve capacities of the small intestine for absorption of energy. Am J Physiol; 275(1-2): 300-307.