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Abr 2013 

Cansancio y convivencia: Cómo afectan las relaciones en tu hogar

 

Todos nos hemos sentido cansados, sobre todo después de una jornada de trabajo agotadora. Sin embargo, cuando estas jornadas se repiten a menudo y el cansancio se convierte en el pan nuestro de cada día, sus consecuencias pueden ser nefastas. El cansancio no solo daña nuestra salud sino que afecta profundamente la calidad de las relaciones interpersonales, sobre todo en el hogar.

¿Cómo afecta el cansancio a la vida en pareja?

El cansancio generalmente no viene solo, arriba acompañado de una serie de síntomas como la irritabilidad, el desinterés hacia aquellas actividades que normalmente nos resultaban placenteras, las dificultades para concentrarse, el nerviosismo y los dolores de cabeza. Obviamente, todo esto empeora el estado de ánimo y de seguro no nos predispone positivamente a mantener una conversación abierta y distendida. Como resultado, las relaciones con las personas que nos rodean, sobre todo con la pareja, se ven profundamente afectadas.

Cuando el cansancio ataca a ambos miembros de la pareja, las discusiones suelen ser el primer signo de que es necesario dar un paso atrás y revalorar el estilo de vida que estamos llevando. Como las personas suelen sentirse irritadas, hasta el más mínimo detalle de la convivencia puede desencadenar una pelea. Si esta situación no se ataja a tiempo, ambos miembros comienzan a distanciarse poco a poco y finalmente pueden terminar por convertirse en dos extraños.

La vida sexual es una de las esferas de la relación de pareja que más se resiente puesto que se pierde prácticamente por completo la libido. De hecho, no es inusual que alguno de los dos miembros llegue a desarrollar lo que se conoce como deseo sexual hipoactivo, un problema que afecta a más del 35% de la población mundial en algún que otro momento de sus vidas.

Los hijos también sufren las consecuencias

El cansancio no solo deteriora las relaciones de pareja sino que también empobrece la calidad de los momentos que pasamos con los niños. Tanto es así que en los últimos tiempos se ha acuñado un nuevo término que hace referencia a esos padres que están presentes pero que en realidad se encuentran ausentes desde el punto de vista afectivo, nos referimos al “abandono emocional” y está considerado como una forma de maltrato infantil.

Obviamente, cuando estamos agotados, no tenemos ni ánimos ni fuerzas para jugar por lo que suele ser un alivio que los niños se entretengan con los videojuegos o la televisión. Sin embargo, no debemos olvidar que los niños necesitan ser escuchados, comprendidos y amados y eso implica que debemos dedicarle tiempo de calidad, lo cual significa estar plenamente presentes.

¿Cuál es la solución?

Recuerda que no se vive para trabajar sino que se trabaja para vivir. Con este refrán como estandarte, organiza las horas de la semana y asegúrate de dejar tiempo suficiente para pasar con la pareja y los hijos. También sería conveniente que aprendieses a dejar los problemas del trabajo fuera del hogar. De esta forma, cuando traspases el umbral de la puerta, es como si te estuvieses despojando de un pesado fardo y el cansancio se aliviará casi como por arte de magia. Estamos seguros de que es más fácil decirlo que hacerlo pero si logras poner en práctica estas soluciones te darás cuenta de que el esfuerzo ha valido la pena.